Familiares de presos barbanzanos que se encuentran cumpliendo condena en la cárcel de Teixeiro se están integrando en una plataforma de afectados de toda Galicia por la anulación de las visitas en dicho centro penitenciario debido a la Covid-19. Afirman que durante el estado de alarma no pudieron verlos que desde que se inició la nueva normalidad sólo pudieron verlos por locutorios a través de un cristal durante 40 minutos una vez por semana. Pero, subrayan que desde principios de enero no han podido tener ningún tipo de comunicación con ellos dentro de la prisión.
Los afectados por esta situación señalan que en diciembre pasado la cárcel de Teixeiro puso en marcha un plan anticovid para que los presos pudieran recibir las visitas familiares e íntimas a las que tienen derecho, según se recoge en el artículo 45 del reglamento penitenciario, “pero eso sólo se mantuvo unos días, pues las han vuelto a suprimir”, señala una de las perjudicadas por esta decisión. Consideran que ese plan es “bastante seguro” para garantizar la salud de sus familiares presos, que es su principal preocupación.
Entre las medidas que se incluyen figura que el preso que haya tenido contacto con una visita familiar o un vis a vis íntimo debe guardar cuarentena durante 10 días en una celda aislada, y que pasado ese tiempo se someterá a una PCR, que de salir negativa podrá volver a tener contacto con sus compañeros de la cárcel.
Los familiares de presos de Teixeiro indican que después de las visitas que se autorizaron no hubo ningún positivo, con lo que afirman que el plan anticovid funcionó correctamente. De todas maneras, sostienen que en caso de que hubiera algún contagio en el futuro “no sería motivo para alarmarse ni para volver a cerrar las visitas, porque la persona se encuentra aislada, no va a contagiar a nadie y la prisión tiene que estar preparada para afrontarlo”. Además, apuntan que esta pandemia no se va a solucionar ni en uno ni en dos meses, ni este año, pues se trata de un virus nuevo, no se sabe lo que va a pasar “y nuestros familiares no van a estar cumpliendo triple condena, pues a la que ya tienen se le suma encima no recibir visitas, ni tan siquiera separados por un cristal”.
Estos familiares afirman que si se habla de riesgos para los presos es mayor el peligro que tienen de contagiarse de coronavirus con los propios funcionarios, que salen y entran de la calle todos los días, “pero con nosotras pasan una cuarentena y una prueba PCR”. Tras tener conocimiento de que en otras cárceles se permiten visitas, indicaron que contactaron con Instituciones Penitenciarias y les dijeron que la decisión a ese respecto es del director de cada prisión, que es el que la anuló, por lo que solicitan que se aplique de forma inmediata el plan anticovid y que permitan las visitas, “no sólo en los locutorios para tenernos calladas otros meses más, sino todo, incluyendo los vis a vis familiares e íntimos”, matizan.