pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Como si estuviéramos inmersos en el día de la marmota. En la primera ocasión aseguró que habíamos vencido al virus y llegaron decenas de miles de muertos. Ahora ha vuelto a utilizar su tono a medio camino entre telepredicador y vendedor de enciclopedias para afirmar que a finales de verano estaremos vacunados el 60% de los españoles. Y lo dice justo el mismo día en el que las farmacéuticas vuelven a anunciar retrasos en el suministro de esas vacunas fundamentales para volver a lo que él mismo definió como nueva normalidad. Tal vez, el problema radique en que después de aquella victoria sobre el virus que nos lanzó no hubo una rectificación, no hubo autocrítica, no hubo la sinceridad que tendría que tener un presidente, tan simple como decir: “Me equivoqué”. Tal vez por eso, ahora, sus anuncios tan grandilocuentes no nos los creemos. No queremos palabras, queremos hechos. Queremos vacunas.