El Consorcio de Turismo de A Coruña, organismo municipal que tiene la responsabilidad de diseñar y articular la estrategia turística de la ciudad, sacó un concurso público para organizar un “Evento Gastronómico Profesional con Feria en A Coruña en 2019”, por importe de 360.000 (más IVA) a realizar los días 17, 18 y 19 de marzo en Expocoruña. Otros años este evento se le concedió directamente, sin concurso, a la empresa Fórum Gastronómico, que organizaba el evento con su propia marca, formato que replica por otras ciudades de España. El Consorcio de Turismo en esta ocasión convoca un concurso público porque su Intervención General obligó a cambiar el criterio para primar la LIBRE CONCURRENCIA. A los socialistas nos pareció una muy buena noticia. Ya habíamos pedido en Pleno Municipal cambiar esa estrategia de darles cientos de miles de euros a una empresa que entendíamos no hacía marca ciudad y, al menos, ofrecerle la oportunidad a la restauración de A Coruña de coorganizar un evento de estas características, como ya hicieron en el 1º Festival Gastronómico SAL del 2018, que marcó un prometedor inicio.
La redacción del pliego del concurso era un clamor de indignación en el sector, por su parcialidad: “Solo le falta poner el nombre del adjudicatario” decían ¿Les suena? En el Grupo Municipal Socialista lo analizamos con detalle y detectamos que, entre otras perlas que conducían a un licitador concreto, contenía un “error” en una cláusula que lo anulaba de pleno derecho, al incumplir la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público. Decía literalmente: “El licitador deberá acreditar que ha realizado en los últimos 3 años un evento de similares características con una administración pública por un importe mínimo de 360.000 euros”, con dos bemoles. Pero la Ley en su artículo 40º dice que: “entre las causas de anulabilidad de los contratos están las cláusulas que otorguen, de forma directa o indirecta, ventajas a las empresas que hayan contratado previamente con cualquier Administración.” Y los socialistas lo denunciamos públicamente ante los medio de comunicación. Así que, ale, a tomar viento las ventajas dadas. Por supuesto esto obligaba a hacer otro pliego y celebrar el evento en otoño, pasadas las elecciones. Pero aquí aparece su verdadera cara. La empresa estaba tan confiada que se zampaba la libre concurrencia que ya anunciaba el evento en su página web antes de resolverse el concurso público. Y cuando contactan con ella por este asunto, va y responde que le da igual el concurso, que ella hace el evento (que es de la ciudad) en esas mismas fechas sí o sí y además en el mismo recinto de Expocoruña, espacio público a cuyo patronato pertenece el Ayuntamiento. Y va Marea y ante la amenaza de una empresa de contraprogramar a la ciudad en su estrategia turística estrella, pretendiendo apropiársela, en vez ponerla en su sitio explicándole que con la ciudad no se juega, máxime cuando durante en 2017 obtuvieron 300.000 euros de un contrato directo, decide recular, anular el concurso y dejarle el camino libre a la empresa citada. Y aún tienen el cuajo de intentar justificar lo que hicieron.