Comprometerse con el futuro, no comprometer el futuro

Por primera vez en muchos años A Coruña tiene sobre la mesa un proyecto verdaderamente revolucionario, que ayudará a reposicionar la ciudad en el panorama industrial y le abrirá las puertas al siglo XXI: La Ciudad de las TIC.
Se trata de un proyecto histórico, y así lo ha visto el Gobierno de Pedro Sánchez, que ha aportado un apoyo decisivo para su puesta en marcha. Ya existen una quincena de empresas que han confirmado su compromiso con el proyecto, donde desarrollarían su labor 2.500 trabajadores. Es la punta de lanza de una idea que nos convertirá en una referencia para Galicia y en donde se implicará al máximo el próximo gobierno municipal si el 26 de mayo los coruñeses me dan su apoyo para ser alcaldesa de la ciudad.
Todas las administraciones han sabido ver la importancia del proyecto. Todas, menos una: la Xunta de Galicia, cuyo presidente, lamentablemente, ha demostrado una falta de compromiso con nuestra ciudad alarmante, al poner reparos a este proyecto utilizando la “cortina de humo” de la necesaria ampliación del CHUAC, una ampliación prometida por Feijóo hace ya un lustro, año tras año, y no ejecutada.
Feijóo demuestra un amplio desconocimiento (interesado) de las alternativas que existen para la ampliación del Chuac, y traslada como única opción la ubicación de un nuevo centro en los terrenos de la Fábrica de armas, con una intención: poner en cuestión el proyecto de La Ciudad de las TIC planteado por la UDC.
Sin embargo; propio plan general de Ordenación municipal actual prevé el crecimiento del complejo hospitalario sobre los actuales aparcamientos, que quedarían soterradows. Este objetivo requiere revisar el documento, y es mi compromiso el de abordar una modificación del mismo en los 6 primeros meses del mandato para conseguir que el Complejo Hospitalario coruñés esté al primer nivel.
El compromiso de un gobernante no se limita a quienes le han votado ni debe regirse por criterios partidistas. Quien asume el liderazgo político debe hacerlo pensando en el bien común y en la mejora de lo público. Por ello, es fundamental alejarse de visiones cortoplacistas y asumir compromisos. Quienes dirigen las administraciones tienen que guiarse por criterios supra individuales y ponerse al servicio de los ciudadanos, remando en la misma dirección cuando va a conllevar un mayor desarrollo y oportunidades de empleo. El presidente Feijoo y la Xunta de Galicia deben elegir de qué lado se posicionan: con los ciudadanos en el crecimiento y desarrollo de la ciudad, o del lado de sus propios intereses, torpedeando una oportunidad única par A Coruña.
Debiera Feijoo dejar la política partidista y estar a la altura instirucional que se le supone, apoyando proyectos estratégicos para Coruña, y debiera preocuparse de solucionar los gravísimos problemas existentes en la asistencia sanitaria. En ese empeño encontrará responsabilidad e implicación por nuestra parte, si el 26 de mayo los coruñeses nos otorgan su confianza.

Comprometerse con el futuro, no comprometer el futuro

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