Félix Rodríguez de la Fuente pasaba por ser el amigo de los animales y Cousteau, el de los peces. En cambio, a Suzanne Simard no le ha dado por los bichos, sino por las plantas. Nacida en Canadá, es profesora universitaria de ecología forestal y ha descubierto que los árboles se comunican a través de una red subterránea, mediante la que se pasan carbono, agua, nitrógeno y fósforo. Además, también se transmiten datos para ayudarse y advertirse de peligros. O sea, que entre un carballo y un eucalipto hay comunicación. ¿Hablarán en gallego?, ¿en inglés? Pese a esa intimidad, ¿el alcolito merece la muerte por ser un invasor?