Retos del futuro

Uno de los ejercicios obligados, para los que estamos en política, es analizar cómo afrontamos los retos del futuro que tenemos por delante. 
Una diagnosis de lo que aquí está sucediendo alumbra una preocupante falta de proyecto en clave ciudad. Tristemente comprobamos como promesas de transformación urbana, de revolución medioambiental, de avances en movilidad o de transparencia y ética, se han quedado en nada. Las singularidades que hoy nos define no son, ni de lejos, las que nos identificaban hace pocos años. Éramos una ciudad a la vanguardia cultural o de la divulgación científica, una ciudad capaz de llegar a grandes acuerdos transformadores en beneficio de todos. Estrenamos universidad y pudimos iniciar el traslado del Puerto industrial a otra localización liberando a la ciudad de una losa medioambiental y facilitando una transformación urbanística que hará del istmo coruñés un referente mundial. Éramos una ciudad fiable, referente en políticas de bienestar, de conciliación, comprometida con los equipamientos para la gente abriendo centros cívicos, bibliotecas, guarderías, un referente también en proyectos europeos. Todo eso fuimos y no hace mucho tiempo.
Ahora, A Coruña, después de 7 años para olvidar, se define entre otras administraciones como una ciudad poco fiable, que fomenta la crispación, una ciudad descuidada por desidia de lo público, donde calles, parques y jardines adolecen del cuidado necesario. Llamamos la atención por la falta de capacidad de gestión del gobierno municipal. Todo lo que debió ser, no fue. PP primero y Marea después se obsesionaron con enfatizar lo negativo de nuestra historia reciente para intentar hacer olvidar todo lo que lograron gobiernos socialistas, sin preocuparse de que todos perdíamos con esa política  de tierra quemada. 
Siendo esto grave, lo es más que le demos la espalda a los principales ejes transformadores del futuro. 
En los próximos años se modificará la realidad del trabajo actual, la inteligencia artificial, la robotización, la biotecnología, la sostenibilidad y el medio ambiente, la salud y nuevos hábitos, nuevos campos de ocio, nuevos entornos de trabajo colaborativo, se generará un nuevo contrato social. Son solo algunos de los ejes que transformarán de la noche a la mañana sectores enteros y harán que muchas ciudades desnortadas se vacíen de talento y entren en crisis. 
A Coruña se está despoblando a marchas forzadas de una juventud preparada que no encuentran sitio en ella. Detrás vendrán la deslocalización de empresas e industrias, por no poder garantizar profesionales cualificados, es un círculo viciado que hay que parar ¿Qué proyectos tenemos en marcha para revertir la situación? Ninguno. Tenemos una infraestructura sanitaria líder en campos señalados, una industria textil que asombra al mundo y rompe estadísticas, un sector agroalimentario sobre el que no generamos valor añadido, espacios culturales de elevadísimo nivel que ven como en otras ciudades los miman y apoyan con eventos internacionales que les dan proyección, contamos con una historia y valores intrínsecos de atracción turística a la altura de los mejores, pero desaprovechados, una localización geográfica que nos hace puerta de Europa hacia América y puente a África. Tenemos todo para poder cambiar el rumbo de la ciudad. De eso se tratará en las próximas elecciones municipales.
 

Retos del futuro

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