Atención paradójica

El hecho diferencial. La paradoja actual del pais. No habrá más remedio que recostarlo en el diván de Segismundo Freud y psicoanalizarlo. Hay quien alude a desintegración y ocaso sobre la autopista spengleriana de Occidente. Sin embargo, este punto de partida no nos vale porque somos producto de razas muy elaboradas que mal pueden decaer si sus células originales ya han nacido decadentes. Quizás sea un encuentro de absurdos históricos que convenga analizar como paradoja ‘’sui generis’’ de pueblos, territorios y reinos que aportaron sus núcleos hasta la meta de hoy. Un puzzle maravilloso y épico que con sus piezas armó y globalizó la nación europea más antigua. Hito de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón –tanto monta, monta tanto...– en 1492 y la incorporación de Navarra en 1512.
Pero nuestra integración fue absoluta y tolerante. Nació para imperio en el centro del César Carlos I que tuvo que vérselas con los comuneros –Padilla, Bravo y Maldonado– -en la batalla de Villalar en 1523 que blandían la espada de la libertad. Siempre en pos de la democracia y los derechos del hombre y del ciudadano. Concilios de Toledo. Cortes de Aragón.’ “Señor, que valemos tanto como Vos, e xuntos máis que Vos’’. Y detrás de la singular gobernanza negociaciones y pactos. Univesidades, Leyes de Indias, ciencia, investigación, ingeniería, medicina, sistema recaudatorio, excelente literatura, buenos escultores, brillantísimos arquitectos, inspirados músicos y consolidados pintores. Catedrales, monasterios, obras civiles, puertos, descubridores y navieros.
Entre las múltiples guerras civiles, estatutos y constituciones, la transición y su ley suprema de 1978. Ahora quieren marchar vascos y catalanes sin incidencia en el Estado acompañados por la casta progresista que únicamente quieren poder. Manuel Lucena nos recuerda que ‘’el futuro parece claro: lo único dudoso es el pasado’’.

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