La orden es concreta. Hay que defende el apropósito con uñas y dientes. Lo afirman desde María Pita los ediles que gobiernan la ciudad por ser un género genuinamente coruñés. Un producto festivo de nuestra guasa doméstica que se propala desde el mosaico de la rosa de los vientos asentada al pie de la Torre de Hércules. También sonrisas del Obelisco lanzada como cálido saludo de bienvenida, Marina de cristales tendidos al regocijo teatral o azabache engarzado en oro que al propagarse en el tiempo dialoga con sucesivas generaciones.
Joya dramático musical. Personalísima, gratificante y turbadora. Regalo para los sentidos, escrito por Antón de Santiago, que es preciso preservar gracias a un magnífico libro publicado por el Concejo herculino a través del IMCE. Ilustraciones sugestivas y logradas. Título: “O apropósito coruñés. Unha ollada desde dentro”. La firma corresponde a un brillante rastreador de realidades líricas. Autor, director, actor, compositor y barítono. Por cuyas venas discurren caudales de inspiración y genes facmiliares de primer orden. Tras el pórtico conciso, el libro rememora a Nito como recuperador del espectáculo que tanto promocionara en tiempos fundacionales el Circo de Artesanos. Enumeración de situaciones: fin de etapa, edad de oro, Alfonso Molina, choqueiros, democracia, nuevo talante festivo y antroido municipal.
Un total de veintiocho títulos más y un epílogo que constituye el cuerpo vivo de cuanto amamos fuera de las “balanceras” que disparan sin cesar las redes sociales. El libro tiene mucho de vulgata ornamentada con capitulares cromáticas. Escrito sobre el rostro del viento, el caudal del río, la húmeda lluvia. Incunable reflexivo que se lee de un tirón. Y que rememora la manifestación más numerosa de todos los tiempos en La Coruña –Paco Vázquez a la cabeza–. “Foi medida desmedida/decisión descomunal/xa o dicen os ingleses/trasladar a capital...”.