Carcajeense por lo alto y por lo bajo. Alégrense con grandes risotadas. Albricias. Parabienes. Venturas. Hemos topado la piedra filosofal herculina. Nuestro tráfico será de oro y la circulación de vehículos fluida y sin accidentes. ¿Hay quién de más? Una ojeada al plan diseñado por el Ministerio de Fomento para reformar Alfonso Molina ha superado todas las cortapisas y reticencias municipales dando vía libre. La Marea aceptó la ampliación viaria con nuevo acceso al Parque Ofimático, dar mayor seguridad a las paradas de los autobuses urbanos y alcanzar, nada más y nada menos, que once carriles en su parte más ancha.
Hablamos de una obra de ingeniería cíclope que asombrará al mundo que está ahí fuera cuando se termine. La ampliación del famoso canal de Panamá, inagurado recientemente con asistencia del monarca Juan Carlos, se reducirá a pequeña minucia al lado de la infraestructura que abrirá puerta a La Coruña, según informaba un reportaje publicado por El Ideal Gallego. Obra de ingeniería civil que avalarán empresas constructoras y obreros muy calificados. Porque eso de que “no hay caminos, se hace camino al andar” resulta muy poético y retórico pero el camino lo hacen los ingenieros y demás cooperadores indispensables del gremio –aprendices, oficiales y maestros– .No hay otra verdad que este hormigón que transforma la simple materia en obra de arte técnica.
Si acudimos a la fábula hablaremos del sistema de esclusas o vados utilizado por el pueblo israelita en su huida de Egipto cuando Moisés tocó con su cayado las aguas del mar Rojo. Si, por el contrario, acudimos a la ciencia es preciso recordar el canal de Suez, diseñado por Fernando Lesseps e inaugurado por Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, el 17 de noviembre de 1869. Dos años después –1871, 24 de diciembre– en la Ópera Nouse de El Cairo, Giuseppe Verdi estrena la tragedia lírica “Aida”. ¿Se repetirán estos acontecimientos en La Coruña?