Esta semana el Consello Consultivo, cuyos dictámenes son vinculantes, anuló de forma contundente, con opiniones muy comprometedoras para la asesoría jurídica del Ayuntamiento, la compra de algunos inmuebles del programa de adquisición de viviendas para dedicarlas a fines sociales.
Los socialistas coruñeses denunciamos ante Xulio Ferreiro las irregularidades del procedimiento por la evidente parcialidad en la firma de determinadas resoluciones de sus concejales Varela y Lema, afianzadas por el Jefe de Intervención de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento (encargado “político” del urbanismo en la ciudad y también Concejal en Betanzos de Betanzos Novo, la Marea de allí).
Específicamente nos referíamos a dos de los seis inmuebles adquiridos por el irregular trato de favor a quien vendía los inmuebles. El beneficiado de esas resoluciones parciales no era un ciudadano anónimo, era un firmante fundacional de Marea Atlántica, compañero mitinero, asesor de Colau en Barcelona y contratado por Marea para impartir cursos del Ayuntamiento.
Hasta ahí podría valer, obviando el “listón ético” que dicen tener. Esa estrecha vinculación, política y profesional, con Marea no le invalidaba técnicamente para vender bienes y servicios al Ayuntamiento. Si cumplía las bases podía hacerlo. Pero el problema es que sumaba su condición a las flagrantes irregularidades y parcialidades interpretativas que le beneficiaron, lo que demuestra una clara intencionalidad de favor: validarle su venta irregular como fuese.
El daño que podría causar el proceso al Ayuntamiento y a los funcionarios obligaba a que rectificasen inmediatamente para pararlo, pero intentaron justificarlo con informes jurídicos “cocinados” a posterior, cuando era clamoroso lo sucedido. Hasta la llegada del dictamen del Consello Consultivo.
Valgan, como ejemplo, solo algunas perlas de las parcialidades que se dieron con uno de los dos inmuebles de esta persona: 1º Lo que vendía no era una vivienda, era una oficina y como tal se firmó ante notario 2º Lo justificaron diciendo que era susceptible de convertirse en vivienda, pero resulta que era un cuarto sin ascensor y tendrían que instalarlo 3º La oficina tenía registrados menos metros cuadros de los exigidos. Y ya todo se precipitó cuando “descubren” que la oficina tenía una altura inferior a la mínima exigida para poder convertirse en vivienda.
Los concejales firmantes se aferran desesperadamente al recurso de culpar a funcionarios por “errores humanos”, intentando, con una cobardía política intolerable, librarse de su responsabilidad. Duele recordar como los socialistas les instamos en público, pero también en privado, a retroceder el expediente y acabar con todo esto. Se negaron con soberbia, incluso insultándonos, poniendo a la ciudad y a sus funcionarios a los pies de los caballos. Ahora, como no, pretenden eludir lo que les toca hacer. Así son en realidad.
Mientras esperamos sentados a que su red les reclame cumplir el código ético, que parece valer solo para los demás, los socialistas exigimos que dejen de culpar al funcionariado y asuman sus responsabilidades políticas dimitiendo. Y, por supuesto, a aquel que se enriqueció irregularmente con el dinero de los impuestos de las coruñesas y coruñeses, que aún tiene el descaro de querer reclamar daños morales, decirle que no descansaremos hasta que devuelva todo lo que cobró.