Operarios del Ayuntamiento de A Coruña modificaron en la mañana de ayer la señalización del carril bici de La Marina. Esta senda, por la que deben circular las personas usuarias de bicicletas y Vehículos de Movilidad Personal (VMP), fija una velocidad máxima establecida de 20 kilómetros por hora para todos los vehículos que transiten por ella. Esta indicación está motivada por la necesidad de que los ciclistas o conductores de VMP circulen por la calzada y no por las zonas peatonales, “todavía más si solo es para bus y taxi”, comentan fuentes del Ayuntamiento.
Seguridad
El principal objetivo es, aseguran, evitar accidentes y aumentar la seguridad para el peatón. El fomento del uso del transporte público y sostenible es una de las apuestas firmes del actual Gobierno local, por lo que ganar espacio peatonal en detrimento del uso del vehículo es una de las bases de sus estrategias de movilidad.
La pandemia no pone freno al uso de la bicicleta en la ciudad. Con datos de verano de 2020, el número de usos de mayo fue de 10.036 frente a los 21.451 que registró Bicicoruña en el ejercicio anterior. A partir de entonces, el servicio comenzó a crecer hasta obtener unas cifras muy positivas pese a la situación actual y las limitaciones diarias. En junio fueron 13.612 los usos; en julio, 16.127. Si se suman todos los viajes registrados por Bicicoruña, da el resultado de 51.639 en los meses de 2020, algo menos de 30.000 en comparación con el pasado año, cuando fueron 82.583 los conseguidos por el servicio de bicicletas municipal.
Todo ello conlleva una lectura positiva de la movilidad sostenible si, sobre todo, se tiene en cuenta el contexto actual que ha dejado la pandemia y el cambio de vida y de costumbres. El servicio continúa siendo utilizado por más de tres mil vecinos de la ciudad y en 2019 se marcó la segunda marca más alta, después de 2018.