La Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) estima que el 25% de los pazos gallegos están en venta, es decir, uno de cada cinco. Si en Galicia hay 900 pazos catalogados en el Inventario Xeral do Patrimonio Cultural da Xunta, desde Fegein calculan que unos 200 se encuentran en venta.
Dos de ellos se localizan en la comarca coruñesa: el pazo de Bergondo, con un precio de 3.800.000 euros; y el pazo de Oza, con un coste oculto. En la provincia, sin embargo, hay otro pazo en venta, en concreto un pazo-castillo en la ría coruñesa por 1.500.000 euros.
El pazo de Bergondo, conocido como el pazo de Armuño, es una construcción del siglo XVIII, que se anuncia en el portal inmobiliario Idealista. La transacción incluye una parcela de 9.322 metros cuadrados en la que localiza el inmueble y varias edificaciones auxiliares, además de 60.966 metros cuadrados de terrenos colindantes.
Ayudas especiales
El presidente de la patronal inmobiliaria, Benito Iglesias, reclama ayudas especiales para su conservación y mantenimiento al ser la mayoría de ellos Bien de Interés Cultural (BIC).
“Desde Fegein constatamos que en Galicia hay unos 900 pazos catalogados y tenemos una estimación de que 200 de ellos están a la venta con una horquilla de precios que va desde los 180.000 euros y los cinco millones. Es decir, hay más pazos que nunca en venta desde que tenemos datos de los mismos”, asegura en el informe realizado por Fegein.
Los pazos BIC en Galicia “son una losa burocrática, fiscal y económica demasiado pesada para la mayoría de sus propietarios”, sostiene el presidente de la patronal.
Hostelería con encanto
Todo ello es debido a que, tal y como adelanta el presidente de la federación inmobiliaria, “una parte de ellos se comercializaban en las últimas dos décadas para negocios de hostelería con encanto, pero la actual situación que aún vivimos los ha dejado en la UCI económica”.
Así, su alto coste de mantenimiento y una constante rehabilitación y reforma de los mismos “no está al alcance de muchos de sus propietarios, sobre todo de aquellos que ejercen su propiedad por herencia y cuya coyuntura económica les hace muy difícil sostenerlos en óptimas condiciones de conservación. Por ello mismo y por herencias entre varios propietarios, derivan en su puesta en el mercado de comercialización”, concluye Benito Iglesias.