Menguante pero cuarto

Menguante pero cuarto
Imagen del último triunfo ante el Marino de Luanco | aec

Aunque sin desplegar un juego impresionante en su última aparición liguera ante el Marino de Luanco, el Deportivo ha sabido entrar de lleno en la dinámica de equipo ganador.


No en vano, la escuadra dirigida por Rubén de la Barrera ha logrado saldar sus cuatro últimos compromisos con otros tantos triunfos: 12 puntos que le han servido para rozar la clasificación para la segunda fase de ascenso y que lo han dejado como líder de la lucha intermedia para acceder a las dos plazas de la Liga Pro para el curso 21-22.


Después de que el quinto traspié de la temporada ante el Racing de Ferrol en A Malata se hiciese realidad (1-0) y el equipo coruñés mirase más hacia el precipicio que al ascenso, los deportivistas han sacado a relucir su carácter y competitividad para sellar su mejor racha de la presente campaña.


Los momentos estelares de un curso tan discreto como el 20-21 tuvieron el denominador común de estar protagonizados por un futbolista capaz de marcar la diferencia: Keko Gontán.


El mediocampista madrileño se echó al equipo a sus espaldas frente al Pontevedra en el estadio de Riazor, en un duelo dramático en el que los blanquiazules podían caer incluso a una fatídica séptima posición.


Una rosca prodigiosa con su pierna izquierda —la menos buena— significó una victoria de auténtico bálsamo, para un grupo necesitado de una inyección de autoestima.


Propulsado por la energía liberadora del éxito ante los ‘granates’, el Depor rendía visita al filial del eterno rival, el Celta B, en una contienda marcada por un recibimiento hostil en la ciudad de Vigo.


El conjunto coruñés fue capaz de sufrir en Barreiro y de evidenciar personalidad para imponerse con un resultado elocuente de 0-3, con un triplete a cargo de Miku y una actuación coral destacada, tal vez en la mejor segunda parte de lo que va discurrido de temporada.


Dos semanas más tarde debido al parón de Liga los herculinos se jugaban el todo por el todo ante el Zamora pero finalmente la carambola necesaria no se produjo y el triunfo 2-0 frente al entonces líder no tuvo la recompensa añadida de la clasificación para la fase de ascenso.


Sí catapultó al RC Deportivo al liderato de la fase intermedia, con 29 puntos, lo que permitió encarar la contienda del pasado domingo frente al Marino de Luanco con una red de seguridad.


No sin un esfuerzo hercúleo, los pupilos de De la Barrera vencían por 1-0 y de penalti a un adversario correoso que no tiró la toalla nunca. Más cerca del objetivo, el club ya piensa en el Langreo.

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