El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha confirmado ayer que su departamento trabaja para que a lo largo de este año el porcentaje de presencialidad en Atención Primaria “se incremente”, si bien apuesta por “buscar el equilibrio” con el modelo telemático.
Durante una visita realizada ayer al Recinto da Feira Internacional de Galicia en Silleda, donde se celebró una oposición para los servicios generales del Servizo Galego de Saúde (Sergas), el conselleiro afirmó que los centros de salud “siempre fueron centros seguros y abiertos”, a excepción de los “días más importantes de la primera ola” de la pandemia.
Y es que, al ser preguntado sobre cuándo se recuperará la presencialidad en la Atención Primaria, Comesaña respondió que tanto a la Consellería como al propio personal sanitario le “gustaría” que “vaya aumentando”.
De hecho, el titular de Sanidade de la Xunta ha dado el dato de que el 2020 concluyó “con un objetivo del 40 por ciento de presencialidad”, si bien “hay centros de salud” donde la proporción “es prácticamente del 90 o 95 por ciento”. Tras esto, prometió que las áreas sanitarias y las correspondientes direcciones de Atención Primaria trabajan “para que este año ese porcentaje se incremente”.
Desde 2013
No en vano, Comesaña ha sacado pecho de la atención no presencial prestada por el Sergas ya desde 2013: “Esa herramienta estaba ahí y permitió que en los meses más duros, y después también, pudiésemos acercar la atención no presencial a dolientes donde se consideraba que podía ser así. Esta sigue siendo nuestra idea fundamental”.
Por eso mismo, abogó por “tratar de buscar un equilibrio” entre ambas modalidades. “En Atención Primaria, esos mecanismos de atención no presencial donde el facultativo, hablando con el paciente, establece la conveniencia o no de acudir”.
En cualquier caso, el responsable de Sanidaderecordó que, para la atención urgente, están tanto los puntos de atención continuada (PAC) como las urgencias hospitalarias: “Garantías de que, si alguien tiene un problema importante, debe ir ahí”.
Mientras, Podemos Galicia reclamó el fortalecimiento de la salud mental “como uno de los temas a implementar de manera decisiva en la salud pública”, desde la Atención Primaria hasta las consultas especializadas, para dar así respuesta a “una necesidad intangible” en la sociedad.
En un comunicado, la formación morada informó de que trasladará a los diferentes ayuntamientos gallegos a través de una moción común la exigencia de que, desde las administraciones locales y desde la Xunta, se impulse el área de psicología de los centros médicos de referencia y se fortalezcan las unidades de tratamiento adjuntas.
La demanda incluye “la implementación de un Equipo Comunitario de Tratamiento Asertivo”, similar al que ya opera en Ferrol como servicio de salud mental a domicilio para pacientes con dificultades de movilidad y “la solicitud a la Xunta para implementar un diagnóstico específico del impacto de la pandemia en la salud mental por áreas de salud”.
“Nos hacemos eco de esta demanda de la sociedad gallega conscientes de la situación que viven los ciudadanos, con una necesidad real de recibir cuidados ante los preocupantes datos que emanan de la Organización Mundial de la Salud”, aseguran desde el partido.
Según Podemos, la OMS advierte estos meses de las consecuencias de la pandemia y la crisis socioeconómica en la salud mental, con el aumento de suicidios y trastornos psicológicos.
“Emociones como el miedo, la incertidumbre, la ansiedad y la depresión se convierten en patologías que deben tener una respuesta y un tratamiento adecuados para volver a la normalidad”, aseguran.
Por último, desde el partido instan a “diseñar un plan de salud mental a nivel municipal”, como estrategia para abordar y mejorar la atención de salud y que se dote de un “gabinete psicológico municipal”, con un programa de asesoría.