Vacunarte en Disneyland París y sentirte como una princesa tiene que ser todo uno. Nada que ver entrar en el centro de convenciones de Disney’s Newport Bay Club, que parece un edificio de cuento, que hacerlo en un polideportivo. Ya sabemos que lo importante es el pinchazo y no el entorno, pero todo ayuda. Y no está de más un poco de fantasía después de tanto gris. Seguro que los elegidos para recibir allí la dosis hasta sienten que les hace más efecto. Como si se la hubiera puesto el Hada Madrina. Y encima, lo mismo se encuentran a Mickey al salir. Si es que no se puede pedir más.