La Federación Unión Comercial Coruésa (FUCC) asegura que muchos comercios de proximidad ya han agotado “su capacidad para resistir” y se encuentran al borde del cierre.
Por ello, según el presidente de la federación, José Luis Boado, confían en el fin del estado de alarma el próximo 9 de mayo para evitarlo mediante la llegada de la nueva normalidad. “La libre movilidad ayudará a que haya más desplazamientos y mayor consumo”, dice.
Así, si un gran número de establecimientos comerciales ya han cesado su actividad desde el estallido de la pandemia, otros muchos estarían en peligro inminente. “Hasta ahora sobreviven los que no tienen un gran gasto en el mantenimiento de sus locales”, concluye Boado.