La presidenta del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, ha anunciado este jueves que renuncia al acta de diputada autonómica y que deja la primera línea de la política: "Me voy porque no cuento con la confianza de la actual dirección nacional del PP".
En sus primeras declaraciones públicas tras conocerse que no optará a la reelección después de seis años al frente del PPCV, ha indicado que da "un paso al lado" en favor de quienes "gozan del beneplácito de Génova" y lo hace a su "pesar" porque le habría gustado tener "una segunda oportunidad de recoger el fruto después de tanto trabajo".
"Les puedo asegurar que no me arrepiento de haber tomado las riendas del PPCV cuando nadie se atrevía y nadie quería, ni de dejarlas ahora, que parece ser que todo el mundo las quiere; eso es una señal de que las cosas se han hecho relativamente bien", ha aseverado, y ha defendido que se ha dedicado más a los intereses de su tierra que a los "contrincantes o adversarios internos".
Bonig, que no ha podido evitar la emoción en algunos momentos, ha afirmado que seguirá siendo militante del partido pero ahora necesita "tomar distancia" y "reflexionar", y ha asegurado que se puede hacer política "de muchas formas: en primera línea, en segunda, en fundaciones" o en la sociedad civil, no exclusivamente en cargos públicos.
Ha agradecido a la dirección nacional del partido que le hayan ofrecido cargos pero ha destacado que ella entró en política "por convicción y por principios" y que no ha pedido "absolutamente nada"; ha asegurado que su decisión ha sido "muy difícil", pero coherente, y ha manifestado: "Libre fui para entrar y libre soy para salir".
Bonig ha precisado que formalizará el próximo lunes en Las Cortes Valencianas la renuncia al escaño, tras lo que el grupo parlamentario se reunirá para decidir qué persona la sustituye como portavoz del grupo, y que esta tarde, cuando la junta directiva del partido convoque el congreso y nombre al comité organizador, este se encargará del proceso congresual.
Ha insistido en que le habría gustado presentarse a la reelección, como siempre sostuvo mientras creía que tenía la confianza de la dirección nacional del partido, hasta que se le dijo "que no, que había un mejor candidato", en alusión, sin citarlo, al presidente del PP de Alicante, Carlos Mazón.
Bonig ha admitido que le habría gustado que todo esto se hubiera hecho "de otra forma", pero hay que tener "generosidad y responsabilidad para evitar un fraccionamiento" que pueda ser aprovechado por los adversarios políticos del partido.
Se ha disculpado por los errores que haya podido cometer, ha expresado su gratitud a los dirigentes y simpatizantes del partido, y ha tenido palabras de recuerdo para los que ya no están, como su padre, fallecido en enero, y "una gran mujer", Rita Barberá, sobre la que ha dicho que se equivocó cuando apoyó su reprobación en Las Cortes Valencianas y ha pedido perdón.
Ha defendido que en las únicas elecciones autonómicas a las que se ha presentado como candidata a la Presidencia de la Generalitat se quedó a 4.311 votos de poder formar gobierno con Ciudadanos y Vox, y que ella empezó a poner las bases de la defensa de la libertad, como luego ha hecho en Madrid Isabel Díaz Ayuso.
La dirigente popular, quien ha recordado que entró en política en 2007, ha desvelado que una encuesta del PPCV elaborada en abril refleja que hay "posibilidad de vuelco electoral" en la Comunidad Valenciana, pues en estos momentos hay un "empate técnico" entre los populares, con 30-31 escaños, y el PSPV-PSOE, con 29-31.
Bonig ha insistido en que ha trabajado "muy duro" para superar una etapa de "enorme oscuridad" en el partido, con "decisión, pasión y valentía", y ha asegurado que le han avergonzado, le avergüenzan y lo seguirán haciendo quienes con su conducta han empañado la labor del PPCV.