Una temporada más para olvidar en el Deportivo, pero con algunos datos que sobresalen en lo positivo y lo negativo. El camino de rosas que esperaba el deportivismo fue una ruta de espinas que acabó con la consecución de un objetivo secundario que queda como mal menor por lo que pudo haber pasado, ya que el equipo herculino pudo haber sufrido un descenso a Segunda Federación, cuarta categoría del fútbol nacional.
1. Goleada y el billete para la Primera RFEF
La mayor alegría para el deportivismo la dio el triunfo más holgado de la temporada. No por haber sido una goleada y un encuentro plácido para los blanquiazules, tampoco por haber bajado el telón al curso en Riazor, sino por lo que supuso: certificar una plaza en la Primera Federación, la nueva categoría de bronce del fútbol nacional, a falta de una jornada para la conclusión del campeonato.
Dejó, si cabe, mejor sabor de boca porque el Deportivo se había complicado la vida en la anterior jornada al ser incapaz de ganar al Marino de Luanco. Ante un Langreo que, como el anterior rival, se había quedado sin objetivos clasificatorios, los de Rubén de la Barrera anotaron una manita que no se recordaba desde hacía muchos años en Riazor y pudieron afrontar con tranquilidad la última cita del campeonato, ante el Numancia de Soria, con el que había bajado a Segunda B unos meses antes y que la próxima temporada estará en la Segunda Federación.
2. Golpe devuelto al filial del Celta B
Fuera de casa, el Deportivo de sacó una espina ante el filial del Celta de Vigo, que en la primera vuelta le había ganado en Riazor (1-2) en lo que fue la primera derrota del curso. Los blanquiazules se impusieron con un hat-trick de Miku, que ese día se estrenó como goleador con el Depor.
El internacional venezolano acabó siendo el ‘Pichichi’ deportivista en una temporada con pocos tantos. Miku anotó otros cuatro en la recta final del curso.
3. Las mayores derrotas del campeonato
Aunque la más dolorosa fue la ya mencionada ante el Celta B (1-2), hubo un partido en que el rival le pasó por encima en Riazor, el Compostela de Yago Iglesias, que ganó 0-2.
Ese mismo resultado, también con De la Barrera en el banquillo, fue el que se dio en O Vao en la segunda vuelta ante el Coruxo.
4. Las series del Deportivo 2020-21
La mejor racha triunfal del Deportivo fue la que firmó en las últimas jornadas de la primera fase y la primera de la segunda: cuatro triunfos consecutivos.
El Depor llegó a estar siete partidos sin perder, con Fernando Vázquez en el inicio del curso.
También estuvo siete partidos seguidos sin lograr la victoria, los últimos del míster de Castrofeito y los primeros con Rubén de la Barrera, que tardó en dar con la tecla.
En toda la temporada, el Deportivo no enlazó más de un empate y estuvo nueve encuentros seguidos sin firmar las tablas en el marcador.
El balance final para el conjunto herculino fue de once victorias, seis empates y siete derrotas en las veinticuatro jornadas que disputó en Segunda División B.