El mismo día en que el Deportivo confirmó la contratación de su nuevo cuerpo técnico, el que encabezó el anterior, Rubén de la Barrera, se despidió sin hacer ruido, con una carta abierta que publicó en sus redes sociales sin ningún tipo de polémica ni referencia a los motivos que rompieron las negociaciones con el club herculino para renovar el contrato que firmó en enero y que finalizaba con la temporada 2020-21.

De la Barrera era la primera opción para el club y el Deportivo también para él, pero sus contactos con la UD Las Palmas llevaron al equipo herculino a desviarse de la ruta inicialmente prevista, iniciar un casting para el banquillo y contratar, finalmente, a Borja Jiménez para dirigir a la plantilla la próxima campaña.

Nada de eso fue abordado por el entrenador coruñés en su carta de despedida. En ella, solo buenas palabras, el deseo de que su sustituto tenga suerte y la recuperación de su rol deportivista: será un aficionado más del club herculino.

“La vida puede ser maravillosa, de hecho, a mí me brindó la oportunidad de dirigir al club de mis amores en mi ciudad del alma. Fueron meses intensos y frenéticos, en donde se volcó todo aquello que uno es: pasión, energía, trabajo y un compromiso con el que esperaba poder aportar un 0,1% al presente y futuro de mi club”, indica De la Barrera.

El ya expreparador blanquiazul muestra su “agradecimiento infinito a todas y cada una de las personas que permitieron” su “llegada” al club y la que le “han acompañado durante este viaje maravilloso”.

Se acuerda de su cuerpo técnico y “demás personal del club”, y, de “manera especial”, del “conjunto de personas y futbolistas” a la que dirigió desde el ecuador de la primera etapa de la temporada.

Dice que se encontró “un vestuario comprometido, responsabilizado, compañero y facilitador”.

“Me brindó la posibilidad de sentirme algo más que su entrenador”, expone en su comunicado, a modo de carta.

De la Barrera tardó en da con la tecla para llevar a buen puerto al Deportivo. No pudo lograr el ansiado ascenso, ni siquiera superar el primer corte en esa pelea por regresar al fútbol profesional (se quedó a un punto), pero, al menos, logró sellar el billete para la Primera Federación, para seguir a un peldaño de Segunda División.

“Salgo del club bien orgulloso. Las cuatro paredes son conocedoras de todas esas horas invertidas, de todo ese esfuerzo expresado en esas maratonianas jornadas de trabajo, de toda la honestidad (con mayúsculas) con la que he intentado convivir”, asegura.

De la Barrera indica que “a partir de este momento” vuelve “a formar parte” de lo “más importante” del Deportivo, “su masa, su gente, su alma”, palabras que escribe también en mayúsculas.

“Por último, desearle la mejor de las suertes al nuevo cuerpo técnico. Seguro que ya son conscientes del inmenso sentimiento que supone trabajar para el Depor. Os deseo todo lo mejor”, escribe De la Barrera, que cierra su texto con un “Forza Depor”.

Tras haber mantenido conversaciones con Las Palmas, otro de los interesados en el entrenador coruñés es el Albacete. Allí se reencontraría con el exsecretario técnico del Depor Alfonso Serrano para competir en Primera RFEF.