La Policía francesa ha detenido este viernes al sospechoso de herir de gravedad a una gendarme a la que propinó varias puñaladas en una comisaría cerca de Nantes, tras una operación que se ha saldado con otros dos agentes heridos de carácter leve después de un tiroteo con el presunto agresor.
La víctima inicial es una agente de 40 años de edad y más de 15 años de servicio que recibió varias puñaladas en los brazos y en las piernas por un individuo que, según la investigación preliminar, había entrado en la comisaría, situada en la localidad de La Chapelle sur Erdre, a tres kilómetros al norte de Nantes, para quejarse por un problema con su vehículo.
La agente se encuentra ingresada en el hospital universitario de Nantes y, a pesar de la gravedad de las heridas, su vida está fuera de peligro, de acuerdo con las fuentes del medio Ouest-France.
Acto seguido, la Policía francesa lanzó una operación a gran escala que involucró a más de 200 gendarmes, dos helicópteros y tres unidades caninas en busca del sospechoso, que se apoderó de la pistola perteneciente a la gendarme antes de darse a la fuga en un Volkswagen Golf. El vehículo se estrelló contra una mediana y comenzó una huida a pie.
Finalmente, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, ha informado de que el sospechoso ha sido detenido tras protagonizar un tiroteo contra la Policía. Dos agentes han sufrido heridas leves en la mano y en el brazo, según las fuentes de Ouest-France.
La Policía todavía no ha vinculado el ataque con la posibilidad de un acto terrorista, pendiente de los resultados de la investigación.