El próximo lunes, la rúa Nova dejará de ser semipeatonal para cerrarse definitivamente al tráfico, excepto a los vehículos de reparto en horario restringido. Es un paso más en la política municipal de peatonalización del centro y la alcaldesa, Inés Rey, señaló ayer que no afectará a los comerciantes de esa calle, porque los vehículos de reparto podrán entrar por la calle de San Andrés y estacionar en una zona de carga y descarga frente al Obelisco. En cuanto a la calle Real, seguirá permitiéndose la entrada de vehículos de reparto como hasta ahora. Pero la idea no convence a la asociación Zona Comercial Obelisco, que está estudiando movilizaciones.
Los comerciantes se sienten perjudicados por la medida y están pensando en manifestarse
El presidente de la entidad, Javier Mosquera, fue muy directo. “Ya me han entrado dos empresarios que me han dicho que hay que manifestarse. Yo les he respondido ‘Cuando queráis’”. ASegura que sus compañeros están preocupados. “Nos tememos que, a este paso, el centro de A Coruña quede como zona residencial”, advierte. Por lo demás, Mosquera manifestó su desacuerdo con la política de peatonalización del centro que está llevando a cabo la Concejalía de Urbanismo, con Juan Díaz Villoslada a la cabeza. A partir de las reuniones con los responsables él había entendido que el cierre de la rúa Nova se iba a llevar a cabo al mismo tiempo que el del la mitad de Los Cantones y el hecho de que no vaya ser así incrementa su disgusto.
En realidad, lo que más preocupa los comerciantes es que la combinación de falta de aparcamientos y de embotellamientos provocados por la peatonalización alejen a los compradores del centro e la ciudad. “¡Ya está en de tanta peatonalización sin alternativas! Hay que tener en cuenta que el tráfico no ha recuperado la normalidad. Cuando lo recupere, va a haber embotellamientos, en San Andrés ya no te cuento”.
El concejal de Movilidad asegura que se han hecho numerosos estudios, y que no habrá embotellamientos en San Andrés. Pero Mosquera no lo tiene tan claro. “A Coruña es una península, tienes que salir por donde has entrado. Tiene que convivir el peatón con el coche”. Ni siquiera está convencido de que la peatonalización vaya a traer más público a la calle y, por tanto, más clientes potenciales. “Nosotros eso no lo notamos, y en la calle Real hay 23 establecimientos cerrados”, apunta el portavoz.
Los taxistas piden poder circular por las vías peatonales |
No solo los comerciantes están preocupados por los efectos más indeseables de la peatonalización. Representantes del sector del taxi también piden al Ayuntamiento que les tenga en cuenta. Manuel Sánchez Quindimil, de la asociación Teletaxi, solicita que se permita a los taxistas circular por las calles cerradas al tráfico para recoger o dejar a viajeros delante de sus casas. |