La inseguridad que vive el vecindario de Peruleiro, donde los residentes denuncian agresiones y robos de los que acusan a los okupas de varias casas abandonadas, ha vuelto a poner de manifiesto el problema que genera la ocupación ilegal por parte de sujetos que viven en la marginalidad. El Comité Antisida de A Coruña (Casco) sigue de cerca este fenómeno y estima que, en la ciudad, pueda haber hasta 200 personas viviendo en estas condiciones.
La directora de Casco, Sonia Valbuena, explicó que su entidad. Está estudiando este fenómeno, que está relacionado con la inmigración. “Por el mapeo que tenemos de casas okupas estimamos que puede haber 200 personas en esa situación, pero es un dato estimativo”. Ya han entrevistado a más de cuarenta personas, es decir, un cuarto de la población estimado, y atienden en su punto de atención diaria a unas cien personas, de las cuales, el 90% son extranjeros. “Existe una mitad que no estamos controlando”, reconoció Valbuena. Estos usuarios normalmente también acuden a la Cocina Económica o Padre Rubinos.
Eso quiere decir que existen unos cien que están bajo el radar de los servicios sociales. El hecho de que se encuentren en su mayoría en situación irregular complica las cosas. “La xenofobia está creciendo, por una mala gestión y por una mala prensa, porque la mitad de las veces las noticias son absolutamente falsas y nadie le importa, porque son solo para crear opinión”, dice Valbuena.
Esta recordó que “la inmensa mayoría son buena gente” y que “responden muy bien”, pero también hay drogadictos o con trastornes mentales. Sin medios económicos y sin posibilidad de acudir a ningún sitio, muchos cometen pequeños delitos, que van desde robos con violencia a agresiones, pasando por hurtos que generan inseguridad en vecindarios como Os Mallos o Peruleiro.
Sobre esta última zona, habló ayer la alcaldesa, Inés Rey: “Se han reportado diferentes problemas relativos a la seguridad en el barrio a los que el Ayuntamiento lógicamente ha hecho frente”; declaró la alcaldesa, Inés Rey, que recordó que es la Subdelegación del Gobierno la que tiene las competencias en este ámbito. Aseguró que está en permanente contacto la Policía Local con la Nacional.
La ocupación del número 29 de la avenida de Peruleiro se remonta a 2013, y no solo se trata de este edificio: hay varias casas bajas en Camino de Pinar igualmente ocupadas. Los vecinos aseguran que los incidentes son graves. Una joven asegura que la agarraron y trataron de llevársela a una de las casas. “Pero un vecino les vio y se enfrentó a ellos”, explica. Más aún que los pequeños robos o las pelas entre ellos (el viernes la Policía Local acudió a una llamada) son estos incidentes los que generan inseguridad.