Las fuertes lluvias y riadas que azotan desde el miércoles la zona noroeste de Turquía, en el Mar Negro, han causado este jueves nueve muertes, mientras siguen las labores de búsqueda para encontrar a un desaparecido.
Las víctimas mortales se registraron en la provincia de Kastamonu, donde en algunas localidades han caído entre 200 y 300 litros por metro cuadrado en 24 horas, según datos del servicio de emergencias turco Afad.
En Bartin, provincia colindante, donde las peores riadas tuvieron lugar ayer, los equipos de Afad continúan la búsqueda de una persona desaparecida.
Las lluvias torrenciales han destruido viviendas, carreteras y dos importantes puentes en Kastamonu y Bartin, con inundaciones que han dejado aisladas a centenares de personas en varias localidades, con una treintena de aldeas sin electricidad.
La prensa publica imágenes de edificios de hasta ocho pisos que se derrumbaron por socavar el agua sus cimientos, puentes derruidos y carreteras bloqueadas por árboles arrancados por las riadas.
Un superviviente contó a la agencia Anadolu que tuvo que romper la pared de su casa con un martillo para rescatar a seis familiares, tres de ellos niños, atrapados en el sótano cuando llegó el torrente de agua.
El viceministro de Interior, Muhterem Ince, anunció que un total de 634 personas han sido evacuadas por tierra y con helicópteros en Kastamonu, Bartin y la provincia vecina de Sinop, también afectada por las lluvias.
Gran parte de los afectados fueron rescatados por helicópteros tras refugiarse en el tejado de sus casas, en algunos casos tras 15 horas de espera, informa la cadena NTV.
Afad advirtió en un comunicado que esta tarde se esperan nuevas precipitaciones de más de 100 litros por metro cuadrado en 12 horas en la provincia de Sinop.