“A ver, que te pongo la dosis de refuerzo”. Así se iban presentando los sanitarios de las comparsas coruñesas a los vecinos y turistas que estaban ayer por los jardines de Méndez Núñez, en el comienzo de unos atípicos carnavales celebrados en periodo estival.
El Ayuntamiento incluyó en las fiestas de María Pita un pequeño guiño a esta celebración, que no pudo desarrollarse durante su época tradicional.
Así, las comparsas, vestidas de sanitarias, leían ante la estatua de Pardo Bazán su manifiesto, con el que quisieron homenajear a quienes lucharon contra el covid en primera línea, aportando su particular grano de arena, jeringuilla en mano, para erradicar al virus que ayer les seguía.
“Las comparsas queremos volver a disfrutar juntos, por todo esto, celebramos un carnaval de verano, para repartir alegría y felicidad a todo el que lo necesite, utilizando la música como el motor principal e animación de nuestras calles y gentes”, rezaba el manifiesto leído ayer, con el que dieron comienzo a este particular carnaval veraniego que se extenderá durante tres jornadas.
Las comparsas, con su jeringuilla, fueron administrando su particular dosis para frenar al virus del covid, a la cual no le falta ni una pizca de humor.
Lo de ayer fue un adelanto, ya que hoy recorrerán, a las 13.00 horas, los locales de hostelería de calle como la de la Torre o la calle Aren al, así como el entorno de La Pescadería, amenizando la hora del vermú.
No es carnaval sin entierro, aunque lo que se inhumará en esta ocasión es al propio covid. Serán un acto simbólico, que se realizará mañana, a las 14.00 horas en el Campo da Leña, en la que se dispondrá una caja “blindada” que se quemará en el próximo carnaval.