La primera jornada dominical de septiembre traía de regreso a la ciudad citas tradicionales con los mercados, así como un sol de justicia que favoreció las ganas de dar un paseo por los mismos.
Citas tradicionales, bien por ser actividades habituales de los fines de semana herculinos, bien porque los productos que se ofrecían se basaban en la tradición.
En el primero de los casos se engloba el Mercado Ecológico de la plaza de España que, tras un breve parón estival, regresó en la jornada de ayer. La variedad de productos, por sí misma, ya era suficiente para que los coruñeses se acercasen por la plaza, pero el buen tiempo hizo que la afluencia en el entorno fuese todavía más alta.
Por si fuese poco, la primera mañana del mercado ecológico de septiembre contó con dos apuestas “extra”. La primera fue un taller dedicado al público más pequeño de la casa acerca de las “pedras espaciais”. La segunda, ya para el público en general, fue una actuación musical que corrió a cargo del pianista Iago Mouriño.
La que era menos habitual era la cita que comenzó en torno a las 12.00 horas en la dársena de La Marina, donde se reunieron un buen número de puestos con productos de oficios tradicionales.
Se trataba de la propuesta “Un mercado en cada porto”, que reunía a artesanas de diversos campos que ofrecieron una selección de sus tradicionales productos.
Redeiras, ceramistas, joyeras, cesteras o palilleiras ofrecieron, al amparo del sol y del puerto coruñés, una diversidad de productos como zocas, jardines verticales, mascarillas con elementos de encaje o hasta chapas con las frases más célebres del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.
Se trataba de un mercado protagonizado por profesionales que tomaron el relevo de sus familias, abuelas y madres, con el principal objetivo de seguir insuflando vida a los trabajos tradicionales gallegos.
Se trata de un evento itinerante que ya pasó con anterioridad por otras localidades de la comunidad como O Grove, Illa de A Toxa, Fisterra, Portosín o Rianxo. Además de los puestos, se propuso también una exposición fotográfica con testimonios de mujeres que ejercen o ejercieron estos oficios tradicionales, mostrando sus experiencias, dificultados y triunfos con los mismos. Y por si fuese poca tradición para un domingo como el de ayer, este mercado portuario también contó con acompañamiento musical.