Igual que los arqueólogos rebuscan en el pasado para entender cómo se desarrollaba aquel presente que hoy es historia, no hay más remedio –para entender por ejemplo que por tercera vez el PP bloquea por tercera vez la renovación del Consejo General del Poder Judicial – que buscar en sus principios: siete ministros franquistas colaboradores con el franquismo y que siempre entendieron a España como su finca y a los ciudadanos como súbditos .Recordemos sus reparos – vamos poner palos en la rueda, como dicen los castizos – en las discusiones para pasar, gracias a la Constitución, el franquismo y su democracia orgánica, a una democracia homologable a las leyes y normas que rigen en el mundo.
Y en eso siguen. No hay que tener mucha memoria para recordar la frase de Cosido, alto cargo del gobierno de Rajoy, cuando dijo aquello de “podemos controlar la sala segunda de la Audiencia”, si conseguían hacer un –otro– cambalache con los representantes de la justicia…
Ellos han conseguido que la ciudadanía desconfíe del actual sistema que ya de por si se presenta con curiosas peculiaridades: los hay, y así se reconocen, progresistas y conservadores. Entre las asociaciones de sus señorías hay una que se titula “jueces para la democracia” que parece dejar en mal lugar a los otros grupos.
Llegados a este punto no es de extrañar que se hable tanto de la politización de la justicia, con tantos ejemplos como se conocen. Pero no es una casualidad el bloqueo de los populares pues tienen ante si una, otra, serie de juicios con importantes protagonistas sentados en el banquillo. Hay que concederles el beneficio de la duda pues nadie es culpable hasta que llegue la sentencia pero son presuntos culpables y por eso les investigaron las fuerzas de seguridad y le llamaron a capítulo los caballeros de los birretes y las puñetas.
Entre los presuntos figura, y con una larga lista de cargos por ser cómplices de muchos encargos como comisionista el Emérito para el que su abogado pide la presunción de inocencia que viene a ser igual que si hablamos de los Reyes Magos. Las investigaciones emprendidas en otros países europeos y la decisión de tomar nota aquí, y por una vez por todas, abrir un expediente tiene a los “juancarlistas” preocupados y ocupados en mirar para otro lado. Y esto es todo por ahora, que no es poco. Bajo la persiana de este balcón que se abrirá de nuevo en Octubre.