Y como una réplica a tanta combustión llegan otra gran erupción que lo resuelve todo: Sánchez es gafe y, por tanto, culpable también de cualquier cosa: las inundaciones, el volcán, la factura de la luz, la pandemia, la crisis migratoria y la marcha de Messi al futbol francés y las decisiones de la policía italiana sobre la libertad de Puigdemont.
Vale. Parece un chiste pero ya está en la pequeña historia de cada día que, como la lava del volcán que destroza la Palma, deja basura en su recorrido.
Y con todo esto encontramos a los partidos en combustión: Caballero ofrece “unidad e integración a todas las sensibilidades del PSOE y anuncia que se celebrarán primarias en octubre y Pedro Sánchez ya cuenta con Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Joaquín Almunia como aliados, mientras en el Partido Popular presume de renovación tranquila: antes de las votaciones ya tienen la lista de los elegidos!
Por una vez el Partido Popular deja a un lado la propaganda y se fija en el mapa: son minoría en los ayuntamientos y diputaciones. Sufren el “síndrome de Jácome para que no caiga Baltar, otro de los políticos populares con una mochila importante…
Y, fieles a su estilo, desde la Xunta se muestran “expectantes” ante la posición del ejecutivo central sobre las prórrogas de la autopista “A9”, mientras el Bloque Nacionalista Galego anuncia que solicitará en el Congreso que se suspenda la “concesión de la vía tras el expediente de la Unión Europea y ya hay quienes se prepararan para pedir la devolución de los peajes desde dos mil trece.
Aquí, en la city, la alcaldesa propone recuperar los caballitos de los jardines de Méndez Nuñez mientras los peatones piden a gritos recuperar las aceras y, los que tienen memoria, incluyen una vieja promesa: recuperar lo anunciado desde una alcaldía del PSOE: la policía de barrio.
Naturalmente antes hay que ampliar el número de agentes, otro asunto que llevamos con retraso y, según dicen, la subdelegada del gobierno cree que la inseguridad ciudadana tiene mucho que ver con las políticas sociales y de vivienda: un recado pues al Ayuntamiento pero que, por favor, no olvide las responsabilidades de su cargo.
Y es que aquí, como dice el refrán, cada uno tiene que cargar con las tareas por las que le pagamos los ciudadanos el salario.