El cuerpo técnico encabezado por Borja Jiménez hizo hincapié en la finalización a lo largo del penúltimo entrenamiento preparatorio antes del duelo ante el Zamora de mañana en Riazor (17.00 horas).
El míster deportivista levantó el pie del acelerador para diseñar una sesión de trabajo de carácter más bien suave, en el que el conjunto herculino tonificó sus músculos de cara al duelo oficial de este fin de semana.
Jaime Sánchez, que el pasado miércoles abandonó la Ciudad Deportiva de Abegondo por unas molestias físicas leves —no completó la última parte del test—, ayer sí estuvo a disposición de su entrenador, por lo que en principio podría llegar al partido ante los castellanos —todo dependerá de sus sensaciones de hoy—.
Los que sí permanecieron al margen del grueso del equipo fueron los ‘tocados’ Trilli y Pablo Trigueros, con sendos planes personalizados de entrenamientos específicos; el segundo de ellos saltó al césped en los minutos finales de la sesión para corretear por su cuenta.
En el plano meramente deportivo, la plantilla deportivista realizó un completo calentamiento, para posteriormente llevar a cabo varios ejercicios de transiciones, centros y remates, así como un ensayo final de acciones de estrategia.
Los porteros deportivistas, Mackay, Brea y Alberto, fueron sometidos a un constante bombardeo de disparos.
Borja Jiménez, como en él es habitual, no quiso ofrecer pistas del once que tiene en mente para medirse al Zamora mañana sábado, pero en cualquier caso todo hace indicar que la formación inicial no diferirá mucho de la que empató el pasado fin de semana en Santander (0-0).
El último test semanal de esta mañana a puerta cerrada en Riazor permitirá al técnico abulense conocer el estado real de todos y cada uno de sus futbolistas, antes de comparecer ante los medios de comunicación y confeccionar la nómina de elegidos para afrontar la décima jornada de Liga, en la que el Depor podría recuperar el liderato.