Generalmente, cuando se celebra una exposición fotográfica, se busca atraer al espectador mostrando las instantáneas de la manera más impactante, tratando de que capturen la mirada de los visitantes. En ese sentido, la muestra que desde ayer acoge la plaza de Lugo es única, porque pretende obligar a los espectadores a contemplarla con dificultad, a través de los agujeros en las caras de una pirámide de cuatro metros, para que así experimenten un pequeño ejemplo de las barreras a las que se enfrentan los individuos con discapacidad.

Los organizadores no han querido ni siquiera que el nombre sea fácil de asumir: “Florilegio. Exposición inAccesible”, un proyecto de 15 alumnos de su taller de fotografía inclusiva con espíritu profesional y 33 fotografías. Con él, rinden homenaje a esas personas anónimas que durante los meses más duros del Covid-19 mantuvieron viva la ciudad.

No es, desde luego, la primera vez que la ciudad acoge una muestra de homenaje, no solo a los profesionales, como enfermeras, policías y voluntarios de Protección Civil, que han estado en primera línea durante lo peor de la pandemia, sino al público en general, que tuvo que confinarse durante meses. Las fachadas de la plaza de María Pita ha sido escenario de uno de estos homenajes fotográficos.

Festival

Esta iniciativa se enmarca dentro del festival de fotografía FFoco en su nueva sección FForza!, en la que la organización invita a sumarse a la programación a otras instituciones y espacios con interés ya demostrado en fotografía contemporánea..

Por ello, los organizadores de “Florilegio” consideran que, además de un homenaje a los héroes de la pandemia, reivindica la inclusión de individuos con diversidad funcional. Estará abierta hasta el 3 de diciembre, Día Mundial de la Discapacidad.