La gran carestía de suministros que se está sufriendo actualmente afecta a todos los productos de consumo, pero especialmente aquellos tecnológicos, que dependen de microchips que se producen en un 60% en China. El resultado es una demora en las entregas como los de los nuevos vehículos que espera al Policía Local, y por los que tendrán que aguardar un mes más de lo previsto. Incluido el nuevo vehículo contra la doble fila, conocido como multamóvil.
Técnicamente hablando, no se ha comunicado a la Concejalía de Seguridad Ciudadana ningún retraso en el equipo del radar contra la doble fila por parte de la empresa, pero sí en el caso de las cinco furgonetas que el Cuerpo municipal espera con impaciencia. Son estas furgonetas las que están esperando a los microchips procedentes de China.
La idea es que, una vez hayan llegado los nuevos vehículos, se destine uno de los coches de la flota a multamóvil, puesto que se puede instalar el dispositivo en cualquier vehículo. Aunque fuentes municipales señalan que la flota de la Policía Local es más que suficiente (recientemente se renovaron siete vehículos) el equipamiento sigue siendo motivo de reivindicación para los policías locales, que actualmente se hayan en pleno conflicto laboral.
Una vez hayan venido las furgonetas, se podrá instalar el radar en un vehículo camuflado y la Unidad de Tráfico de la Policía Local contará con una nueva arma contra la doble fila, uno de los principales problemas de circulación que padece una ciudad, en la que aparcar resulta una proeza.
Con las mejoras tecnológicas, hoy en día es posible instalar los radares y otros sistemas de detección en cualquier vehículo, en vez de comprar uno ex profeso. Eso significa que la compra del sistema AVI y el radar portátil solo han costado 30.000 euros.
Se tratará del segundo multamóvil que tenga el Ayuntamiento. El anterior había llegado de la mano de la anterior empresa concesionaria de la ORA, en noviembre de 2008, con lo que le había salido gratis al Gobierno local, pero a medida que se volvía obsoleto, pasaba periodos de tiempo cada vez más largos sin funcionar: en 2012 tramitó 3.690 denuncias, en 2015 impuso 872, pero en 2016 ya cayó en picado e impuso solo 149 sanciones, para caer después en desuso.