L.T. / L.F A Coruña
El área sanitaria sigue sumando casos de coronavirus y, según la última actualización del Servizo Galego de Saúde (Sergas) se anotan 1.172 infecciones activas, 35 más que la víspera, con lo que son casi un millar de casos en menos de un mes, pues el pasado 8 de noviembre, eran menos de 200.
En cuanto a la situación en los centros hospitalarios de la ciudad, apenas varía, con el número de ingresados en UCI, donde permanecen cuatro afectados de coronavirus, tres en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y uno en el HM Modelo, mientras que en camas convencionales están otros veinte (-1) todos ellos en el Chuac.
Lo que también desciende es la cifra de nuevos contagios diarios, pues se detectaron 79 contagios tras realizar 1.147 pruebas diagnósticas, con lo que son una treintena menos que la víspera, cuando se superaron los 100.
Lo mismo ocurre con el índice de positividad, que también cae en la demarcación respecto al informe anterior, aunque se mantiene por encima del 5% establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar controlada la pandemia del covid-19.
La incidencia acumulada en la ciudad sigue entre los 150 y los 250 casos por cada 100.000 habitantes, pero los casos detectados en los siete últimos días se reducen algo respecto al día anterior y se sitúan en 316. En dos semanas se computaron 481.
La tasa de positividad sigue por encima del 5% marcado por la OMS para considerar controlada la pandemia
En el área metropolitana, los peores datos los tiene Oza-Cesuras, con una incidencia acumulada a catorce días por encima de 500, aunque a siete días se reduce a menos de la mitad, al situarse entre 150 y 250.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, en el área coruñesa se contabilizaron 44.920 contagios de coronavirus, de los que 43.099 consiguieron superar la enfermedad, mientras que el dato de víctimas se sitúa en 666.
Cerca de 300 antivacunas recorrieron ayer las calles de la ciudad, desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia hasta María Pita, para reclamar “libertad” y expresar su rechazo a las inyecciones contra el covid, consideradas por ellos mismos como “experimentos”.
Los nombres de los políticos estuvieron en boca de todas estas personas, que bautizaron al presidente del Gobierno como “Satanchez”. El grito que más se escuchaba en la plaza de Galicia era “Fuera mascarillas, fuera”, y la defensa de los niños protagonizaba la mayoría de los carteles que se observaban. “Los niños no se tocan”, “Son niños, no cobayas” o “Los niños son sagrados, no se experimenta con ellos”, fueron algunos de los motivos que portaba la gente en la concentración, donde las mascarillas fueron secundarias en todo momento y la alta presencia de menores en la marcha sorprendía a los viandantes.
No faltó la picaresca y la imaginación. A los pies de la estatua de María Pita, los antivacunas posaron un ataúd con un muñeco hinchable en su interior, acompañado del mensaje “1978, Prostitución Española”.
En la plaza, que viste de gala desde este sábado con la iluminación navideña, los coruñeses que disfrutaban del espíritu de las fiestas se encontraron con carteles coloridos, aunque nada tenían que ver con la Navidad: “1 dosis, 2 dosis, 3 dosis = trombosis”, “Este virus está mutando... pero a dictadura” y “El pueblo soberano y libre no necesita pasaportes”, sorprendieron a todo aquel que se cruzaba con los antivacunas.