El movimiento de operarios alrededor del estanque es la señal indiscutible de que algo está cambiando en El Pasatiempo. La imagen esperanzadora con la que la Delegación del Gobierno en Galicia y el Ayuntamiento de Betanzos acompañan el anuncio de inversiones para el espacio ideado por Juan María García Naveira.

El delegado, José Miñones, se desplazó hasta la ciudad para, una semana después de la confirmación de los 1,5 millones del Plan Nacional Turístico Xacobeo para el BIC, recorrer con la alcaldesa, María Barral, los niveles superiores de la Huerta de Don Juan.

En el primero, donde se sitúan los estanques, acaban de empezar las obras de restauración incluidas en el convenio suscrito entre la Diputación de A Coruña y el Ayuntamiento de Betanzos, pero también será una de las áreas en las que se actuará aprovechando los Fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con los que se afrontarán estas obras, que deberán estar acabadas antes de 2025. Entonces, según la previsión del Gobierno de Barral, estará recuperado algo más del 60% de El Pasatiempo, incluidos algunos de los elementos más destacados del BIC.

La promotora, en este caso, será la Xunta, que deberá dar cuenta de las obras al Ministerio de Industria “para liberar os investimentos”, pero Barral volvió a incidir en la necesidad de que se sume con su propia aportación a la recuperación de El Pasatiempo.

CLAVES

1. Agua: La idea es recuperar el manantial de agua original y ponerla al servicio del riego, las fuentes y los estanques, y rehabilitar los de La Gruta y La Recoleta, en el mismo nivel que El Retiro.
2. Cavernas: Uno de los motivos por los que está cerrado el parque es por el riesgo que entrañan las cavernas bajo en “León Colosal”, que se asegurarán en esta intervención.
   
3. Muros: La estabilidad de los muros que separan las terrazas primera, segunda y tercera es otra de las actuaciones urgentes, y aquí es donde se incluye el denominado Muro de la Argentina.
   
4. Vegetación: La propuesta pasa por reducir el consumo de agua y prescindir de aquellas especies que consumen más y de las que son susceptibles de romper y generar riesgo para los visitantes.