La Justicia filipina inició ayer la fase preliminar al juicio por la muerte del coruñés Diego Bello en enero de 2020. La primera vista consistió solo en la lectura de cargos a los acusados que, por videoconferencia y desde la prisión, se declararon inocentes.
Ahora se entrará en la fase de la instrucción preliminar, en la que tanto acusación como defensa deben acordar cuestiones comunes de los hechos, las pruebas que se presentarán en juicio y los testigos que se van a presentar en la vista. También, en este momento procesal se indicará la fecha del juicio.
En el caso de Diego Bello, el Tribunal de Instancia ha concedido la petición de la parte del joven de trasladar a la sede de Manila, quedando pendiente ahora que por parte del Tribunal Supremo Filipino se determine qué Corte será la asignada al caso. La fase de la instrucción preliminar se llevará a cabo cuando se asigne la Corte correspondiente en Manila. La fecha para esta vista preliminar está establecida para el 5 de mayo a las 14.00 horas locales (07.00 hora española) de conformidad con las partes, sin embargo, está pendiente de confirmación por la designación de la nueva corte en Manila, pudiendo esta cambiar. Una vez realizada esta fase preliminar comenzará el juicio, en el que acusación y defensa presentarán las pruebas ante el tribunal, dentro de los treinta días siguientes.
Los tres policías se entregaron el 6 de febrero en dependencias policiales de Manila después de casi un año en paradero desconocido. La orden de búsqueda y captura había sido cursada el 25 de marzo de 2022 y hasta el pasado mes los ahora detenidos habían permanecido huidos de la Justicia, ya que las fuerzas policiales filipinas no habían sido capaces de localizarlos y detenerlos. El embajador filipino señala que los agentes se entregaron voluntariamente al grupo de Investigación Criminal de la PNP (Policía Nacional de Filipinas) y afirma que su esperanza es que “se haga justicia para Diego”.
El juzgado encargado del caso ordenó la entrada en prisión sin fianza de los tres policías, Vicente Panuelos, Ronel Azarcón y Nido Boy Esmeralda, dada la gravedad de las pruebas acusatorias que obran en poder de la Fiscalía, que los acusa de haber asesinado a Diego y de haber preparado pruebas falsas para acusarlo de narcotráfico.