La alerta roja, la primera que soportaba en más de dos años, dejó sentir su presencia en la ciudad. No tanto en la costa, donde la marea alta no provocó ninguna incidencia, sino en tierra firme, donde rachas de viento de más de cien kilómetros por hora causaron numeros destrozos, así como en el aire, puesto que muchos vuelos de Alvedro tuvieron que desviarse o retrasarse. En total, los servicios de emergencia registraron 31 incidencias solo en A Coruña.

Planchas, cables, canalones, tendales, farolas... El fuerte viento lo arrancaba todo, pero quizá lo más espectacular fueron los árboles. Varios olmos en Adormideras, junto al recién construido mercado municipal, resultaron abatidos, así como otro en Juan Flórez, que cayó sobre un coche, igual que ocurrió en Manuel García Canzobre. También el granizo hizo acto de presencia. 

El Paseo Marítimo se mantuvo cerrado durante la pleamar, así como los parques y jardines, Además, se cancelaron algunos eventos, y en los colegios se suspendieron las actividades en el exterior, por lo que la mayoría de los escolares no pudieron salir al recreo y permanecieron en el interior de los centros educativos.
 

En el instituto Zalaeta se desprendió un pequeño trozo del tejado, lo que provocó goteras y el colegio Alborada experimentó pequeños apagones. No obstante, en los centros las clases se desarrollaron según lo previsto.

Incidencias en la comarca 
 

Respecto al área, la caída de árboles también resultó peligrosa. En Bergondo, un pino de grandes dimensiones cayó encima de un coche con tres ocupantes que no causó heridos. El suceso ocurrió en A Campiña, en Lubre, cerca de los edificios abandonados de A Longueira. En Betanzos, la caída de un árbol sobre la vía, en la carretera de Ferrol, casi acaba en tragedia, puesto destrozó el capó del vehículo y el conductor quedó a solo 50 centímetros de resultar aplastado.
 

En Cambre, la Policía Local informó de casi medio centenar de intervenciones, la mayoría de ellas relacionadas con caídas de árboles y caídas de postes eléctricos. Los daños en Culleredo se registraron con el desplome parcial de una vivienda de A Corveira y la caída de parte del cierre perimetral de un aparcamiento. Finalmente, en Arteixo también se registraron caídas de cascotes en fachadas y varios accidentes de tráfico, aunque ninguno de carácter grave