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viernes | 22 noviembre | 2024
Asesinato por alevosía y ensañamiento, con el agravante de discriminación sexual. Es el delito por el que la Fiscalía solicita una penas de entre 22 y 25 años de prisión para los cinco implicados en el caso de Samuel Luiz, muerto en julio de 2021 a consecuencia de una paliza brutal en el Paseo Marítimo de Riazor. Además, indemnizarán a la familia con más de 300.000 euros.
La relación de hechos probados que se adjuntan en el escrito de la acusación describen una violencia sobrecogedora que se desarrolló durante unos minutos angustiosos en los que la víctima fue perseguida hasta su muerte. Muchos ya se han salido a la luz tras la investigación de la Policía Nacional.
Los sospechosos, un grupo de cinco jóvenes (dos de ellos menores) se encontraban en el 'Andén' de Riazor. La víctima, Samuel Luiz, de 24 años, también se encontraba allí con una amiga. Los dos grupos no se conocían, ni siquiera se habían visto hasta ese momento. Eran las 23.32 horas.
Nada ocurrió hasta las 02.46 horas, cuando Samuel y su amiga se fueron del local. En las escalinatas de acceso al Paseo Marítimo iniciaron una videollamada a un amigo común. Los cuatro principales acusados habían salido también a la calle, uno tras otro. Uno de ellos subió las escaleras y le ordenó a a Samuel: "Deja de grabarnos". Él respondió que solo estaba haciendo una videollamada.
Por el tono de voz, los gestos y la forma de vestir el acusado dedujo que era homosexual. Aquello lo enfureció más. "¡Deja de grabar. A ver si te voy a matar, maricón", le amenazó. Y sin más, lanzó el primer golpe. Sobre Samuel cayó una lluvia de puñetazos y patadas, sobre todo en la cara.
Un amigo se sumó a la agresión. Samuel cayó al suelo y el segundo agresor aprovechó para estrangularle con la técnica del 'mataleón'. La amiga de Samuel gritaba que parasen, pero nadie les hizo caso. Un tercero de la pandilla se aseguró de que no interviniera empujándola. La chica también cayó al suelo. "¡Apártate! ¡Tú aquí no pintas nada!", le espetó.
El resto del grupo se arremolinó en torno a Samuel. En un momento dado, había cinco agresores, y todos, según la Fiscalía, eran conscientes de que podían matarlo con sus golpes y que estaba indefenso, pero eso no les detuvo. Le golpeaban en la cabeza, mientras seguía en el suelo. Finalmente, aturdido y desorientado, consiguió abandonar el lugar. Pero ellos le persiguieron.
Fue entonces cuando intervinieron los dos senegaleses, que pasaban por la zona y trataron de ayudarle alejándolo de sus agresores. Durante 150 metros, fueron acosados, tanto por los tres acusados como por los dos menores de edad que los acompañaban. Por momentos parecían abandonar para luego volver. Uno de ellos le gritaba: "¡Te voy a apuñalar! ¡Vas a morir!".
Los senegaleses arrastraron a Samuel hasta el cruce de la calle de Rubine y la avenida de Buenos Aires. A las tres y tres minutos de la madrugada, la víctima cayó al suelo. Los agresores lo rodearon otra vez y siguieron golpeándole. Finalmente, al verle inmóvil, se dieron cuenta de lo que habían hecho y se dispersaron. Uno de ellos le robó el móvil.
Mientras Samuel era atendido por una ambulancia. Dos de los agresores fueron al parque de Europa y los otros se reunieron en el de San Diego, comentando lo ocurrido. Estaban seguros de que le habían matado y no sabían qué hacer. "¿Quién le mandó al puto maricón meterse en eso?", dijo uno de ellos . El que robó el móvil a Samuel lo apagó para evitar que lo localizaran. Su víctima ya estaba en el Chuac, donde falleció a las 06.50 horas. La autopsia determinó que la muerte se produjo por la una hemorragia subaracnoidea y traumatismo craneoencefálico, aunque presentaba muchas más lesiones. Solo tenía 24 años.
Los tres primeros sospechosos fueron detenidos el 7 de julio, cinco días después de la agresión. Dos días después, se emitió un auto que ordenó su internamiento provisional en prisión, medida que se mantiene hasta hoy. Otro de los acusados y una joven que pertenecía al grupo se encuentran en libertad provisional
En cuanto a los dos menores, ya fueron juzgados en abril del año pasado. Fueron condenados a tres años y medio de internamiento en una institución de menores. Ninguno de los cinco acusados que serán juzgados en la Audiencia Provincial tenía antecedentes penales. Sus edades rondan entre los 28 y los 21.
