Los antiguos okupas del 120 de la ronda de Nelle de A Coruña saturan Casco

Casi cien personas dependen a día de hoy de la ONG de Padre Sarmiento
Los antiguos okupas del 120 de la ronda de Nelle de A Coruña saturan Casco
Usuarios de Casco, en el local de la Padre Sarmiento | Quintana

Pasados diez días del incendio que provocó la evacuación y el posterior tapiado del 120 de la ronda de Nelle, muchos de sus 82 okupas siguen en la zona, durmiendo en el parque de Santa Margarita en los soportales del 140 de la ronda de Nelle o en el Paseo de loas Puentes. Pero su vida diaria la hacen en torno al Comité Antisida de A Coruña (Casco), que se encuentra en la calle de Padre Sarmiento. Son casi cien personas que acuden a diario, y la presidenta de la entidad, Sonia Valbuena, advierte: “Estamos salvajemente sobresaturados”. 


Uno de los problemas que afrontan es el del espacio. Tras el fuego, las autoridades permitieron a los okupas entrar de nuevo en el edificio solo para recoger sus pertenencias, pero estos no tienen donde guardarlas, así que se los entregan a los miembros de Casco para que los guarden. Valbuena esperaba que las autoridades faciliten a Casco una consigna, algo que llevan tiempo esperando, pero no ha sido así, por lo que de momento tienen problemas de espacio. 
 

Por turnos 

“No damos abasto con la ropa”, añade la responsable. Aunque muchos de los individuos que acuden a  Casco ya lo hacían antes, ahora lo hacen diariamente. Por ejemplo, para ducharse y limpiar su ropa. “No paramos de poner lavadoras”, asegura. Otro gasto que se ha disparado es el de la comida y desde Casco aseguran que no hay suficiente. “Hacemos varios turnos y por la noche les damos bocadillos”. 
 

Por supuesto, dentro del local de Padre Sarmiento no hay espacio para todo el mundo, así que les permiten entrar de diez en diez. “Ya  a la mañana siguiente del incendio, ya estaban todos aquí en bloque, y desde entonces no hemos parado”, explica. Esto significa que la acera y el portal suele estar lleno de gente, lo que puede molestar ocasionalmente a los vecinos, pero Valbuena asegura que “son unos absolutos santos”.
 

Baja exigencia

Esta situación puede alargarse dado que, con la subida de las temperaturas, es habitual que los individuos en riesgo de exclusión social duerman en la calle, como ocurre por ejemplo en la finca de los Mariño. Esto preocupa en Casco: “Es el primer sitio al que acuden, porque muchos consumen sustancias o no les gustan los horarios. Somos el recurso de más baja exigencia de toda la ciudad”. 
 

“El Ayuntamiento no va a hacer nada, así que quedamos nosotros”, resume Valbuena. Por el momento, se encuentran en una situación como no habían tenido que afrontar a la pandemia y lo más probable es que acabe cuando los antiguos okupas del 120 se apropien de otra vivienda.

Los antiguos okupas del 120 de la ronda de Nelle de A Coruña saturan Casco

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