La Junta de Gobierno local aprobó ayer la licitación de un contrato para instalar medidores de la velocidad de los vehículos que indican en tiempo real su velocidad, con el objetivo de que corrija posibles excesos. Los medidores contarán con una pantalla donde se pueda ver la velocidad y señales de advertencia en caso de que se exceda el límite. Los radares archivarán los datos, que estarán a disposición de la Policía Local por si es necesaria una actuación en esa vía. El portavoz del Gobierno local y concejal de Hacienda, José Manuel Lage, señala que el objetivo es pedagógico, por eso se instalarán en el entorno de los colegios y en "puntos delicados". "Serán os propios conductores os que tomen conciencia e aminoren a marcha", aseguró.
No es la primera vez que la ciudad cuenta con un radar parecido. Hace años se implantó uno en Alfonso Molina, a la altura de Juan Flórez en dirección entrada. Pero este sistema forma parte del plan de instauración de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el centro de la ciudad cuenta con un presupuesto de 1.450.973 euros proporcionado por los fondos europeos Next Generation y entrará en funcionamiento en ocho meses. "É paulatino, haberá unha serie de traballos que deben estar culminados nese prazo", aclaró Lage que nisistió en que el objetivo principal de la ZBE no es restringir el tráfico. Sin embargo, así se ha hecho en otras muchas ciudades que ya disponen de ZBE.