La basura no solamente rebosa la capacidad de los contenedores del Orzán sino también el límite de la paciencia de los residentes. Lejos de aliviarse con la denuncia pública el problema no ha dejado de crecer, hasta el punto que algunos testigos hablan de condiciones de insalubridad derivadas de la acumulación de deshechos: ratas, gaviotas y hedores pestilentes que juegan en contra del día a día, pero también de la actividad empresarial, incluida la hostelería. La solución que han encontrado los afectados es idéntica, tanto en el fondo como en la forma, a la adoptada a comienzo de año por la patrulla vecinal de la Sagrada Familia: empapelar los contenedores con mensajes para concienciar.
Y es que incluso la estética del mensaje es idéntica y parece realizada con la misma plantilla. Cambia el matiz del destinatario: si en la Sagrada Familia las rondas vecinales dieron en apuntar a las empresas de vaciado de inmuebles en el Orzán el culpable tiene que ver con la mala cabeza tanto de algún hostelero como de vecinos que no respetan los horarios establecidos. “¿Hartos de ver basura voluminosa en nuestras aceras? ¡No seas igual, llama al 010 y respeta los horarios para depositar la basura! Por un barrio limpio”, rezan las pegatinas distribuidas por todo el área de influencia.
No es ni casualidad ni producto del azar que la Sagrada Familia y el Orzán unifiquen sus actuaciones. Es precisamente eso, una imagen conjunta de lucha contra el incivismo, lo que intentan transmitir ambos barrios. “Un grupo de personas nos comentó si respaldaríamos una acción semejante a la de la Sagrada Familia, así que nuestros carteles van en consonancia tanto el color como el tipo de lera. Es para que se vea unidad entre la gente”, subrayan fuentes de la agrupación del Orzán. “A ver si nos escuchan todos, porque esto es una cesta de cerezas: a veces tiras de una y te salen tres o cuatro enganchadas”, añaden.
El problema de la Sagrada Familia acabó en la identificación de dos matrículas de vehículos sospechosos y un problema aliviado en un principio, con un brote posterior. La relación entre los vecinos del Orzán y los puntos conflictivos de depósito de basuras viene de largo y ha sido una constante en las quejas y comunicaciones con María Pita. Sin embargo, jamás habían visto que el problema creciese de tamaña forma. “Hay algunos puntos fijos, como la calle del Socorro, Orzán 125 o las calles Picos y Perillana”, reconocen.
Finalmente, desde la asociación denunciante consideran que el servicio del 010 “funciona relativamente bien, al menos últimamente”, y descarta que la acumulación de enseres abandonados se deba a una recogida tardía o deficiente. “Llamamos casi todos los días por los vecinos que no lo hacen y hacemos un seguimiento de las retiradas más aparatosas”, advierten los residentes, que también ponen el ojo sobre punto limpio móvil. “Pasa por casi toda la ciudad y recordamos al Ayuntamiento de A Coruña que el Orzán también existe”, finalizan.