Apenas ha durado quince días la tranquilidad y el sentimiento de limpieza en la Sagrada Familia, donde los vecinos daban por solucionado el problema de los conocidos como voluminosos, en la práctica muebles que nadie quiere en su casa y que aparecen abandonados en cualquier esquina de la vía pública. Por eso, tanto la asociación de residentes como los hosteleros y los comerciantes han decidido reactivar la patrulla vecinal que ya disuadió a los menos civilizados de arrojar sus desperdicios como si de un vertedero se tratase.

Al igual que sucedió a comienzos de diciembre los vecinos han vuelto a imprimir un total de 130 carteles de advertencia, exactamente con el mismo mensaje: ‘Sabemos quién eres y te vamos a denunciar’. Se trata de empapelar todos y cada uno de los contenedores del entorno y poner sobre aviso a los infractores. “Parece que nos han tomado un poco el pelo y que estaban jugando al gato y al ratón con nosotros”, lamenta el presidente Juan Rodríguez. “Han vuelto a aparecer muebles, simplemente han decidido cambiar la ubicación, pero de nuevo esa gente vuelve a pasear por el barrio, por lo que creemos que debemos reactivar tanto la campaña como la patrulla vecinal”, añade. 

Desde diciembre 

La propia asociación vecinal dio por solucionado el tema el pasado 13 de enero, después de que tanto los avisos como una intensa vigilancia nocturna dieran en la identificación de dos vehículos sospechosos cuya matrícula fue puesta en conocimiento de la policía. Esos a los que Rodríguez acusa de “tomar el pelo” a sus convecinos eran según las primeras hipótesis camiones que se dedican a vaciar pisos y bajos con material acumulado. De momento, no se atreve a aventurarse si se trata de reincidentes o nuevos protagonistas. 

La colaboración entre los vecinos y la Policía Local fue utilizada entonces por los miembros de la patrulla vecinal como ejemplo de lo funcional que resultaría una Policía de Barrio, vieja demanda tanto en la zona como en otros barrios próximos. “Los primeros coches ya fueron denunciados y la Policía nos dijo que está trabajando en ello y en la localización de las matrículas”, explica el presidente de los vecinos, que también subraya el daño que ese aspecto de “vertedero” causa en la imagen del barrio, el efecto llamada y la labor de los pequeños empresarios. Y es que modernizar la percepción de la Sagrada Familia en el resto de la ciudad es uno de los objetivos que se plantó desde un principio la actual directiva vecinal. 

Carnaval 

Esté o no solucionado el nuevo-viejo problema, lo que es seguro es que nadie se acordará de ellos el próximo día 12, fecha del segundo gran carnaval de la Sagrada Familia.

Ya hay programación y cartel oficial, así como incentivo: un concurso de disfraces y de orejas, premiado con 150 euros de compra en Gadis, así como un gran baile hasta entrada la noche.