De los cientos de intervenciones que realizaron los Bomberos durante el año pasado, las más importantes fueron aquellas que implicaron a víctimas. En muchos casos, la pronta actuación de los servicios de emergencia, el peligro no demasiado elevado y quizá, la suerte, se aliaron para evitar la desgracia. Pero otras veces no fue así: en 2024, de las 157 víctimas rescatadas por los Bomberos, 24 murieron. La mayoría se trata de personas que se encontraron en sus propios domicilios, ya fallecidas.
En efecto: a lo largo del año, los Bomberos acuden a menudo a llamadas de la Policía que no consigue que alguien le abra la puerta. Normalmente se trata de una persona mayor, con movilidad reducida, que se ha caído al suelo y no puedo levantarse. En ese caso, los Bomberos entran por la ventana y abren la puerta a los sanitarios del 061.
Pero en ocasiones, hace tiempo que los vecinos no ven a esa persona en cuestión y sus peores temores se hacen realidad. Periódicamente aparecen cadáveres en sus domicilios en un estado de descomposición avanzado. En los últimos años, se ha incrementado mucho el número de este tipo de actuaciones. En 2024 fueron 178 las aperturas de puerta que se realizaron y en 2023, 197. Ese año se habían registrado 31 muertos, mientras que en 2022 solo habían sido tres. Es decir, que en solo dos años –2023 (31) y 2024 (24)– los Bomberos contabilizaron más de 50 cadáveres.
Por supuesto, no todos los rescates que acabaron con muertos consistieron en cuerpos hallados en domicilios. También hubo varios casos de personas que se precipitaron desde alturas o en un incendio, aunque esto es excepcional. De hecho, durante el año pasado solo se registró un único caso, el 9 de diciembre, cuando una mujer de 67 años pereció en el incendio de su vivienda, en Palavea.
En cuanto al tráfico, el año pasado los Bomberos rescataron de sus vehículos a 14 personas accidentadas. Igualmente raras son las muertes por accidente de tráfico dentro del casco urbano de A Coruña. El año pasado se registraron dos, protagonizados por motoristas, pero los Bomberos no tuvieron que rescatar a nadie en esas ocasiones, tan solo baldear.
Los rescates en incendios urbanos suman otros 36. Los Bomberos disponen del Grupo de Rescate Acuático (GRA), que actuó en cuatro ocasiones y no todas ellas terminaron felizmente, como el caso del joven que cayó en la escollera el Paseo Marítimo una noche de septiembre. Consiguieron rescatarlo con vida, pero falleció poco después