Después de meses de mantenerse en boca de los coruñeses, la historia de la piara de jabalíes que rondaba por toda la ciudad llegó ayer a un inesperado fin cuando agentes de Medio Ambiente capturaron a los tres animales (una jabalina y dos jabatos) en el interior de la Escola de Imaxe e Son, el CIFP Someso, donde se habían colado para hozar en sus parterres. Tras acorralarlos, los capturaron con redes y lazos y los llevaron al Centro para la Recuperación de la Fauna Salvaje, en Oleiros. Allí fueron sacrificados.
Eran los últimos de una piara de cinco. Los otros dos habían muerto en Alfonso Molina y A Zapateira, arrollados. La noticia causó cierto malestar entre amplios sectores de la ciudad coruñesa que se habían ido acostumbrado a la presencia de la piara y que apuntaban, con cierta razón, que los cerdos salvajes no habían hecho daño a nadie. Simplemente, se dedicaban a hozar en todas las zonas verdes de la ciudad, levantando el césped, en busca de gusanos, que para los jabalíes suponen un manjar.
Video cedido por Martin Castro
Video cedido por Sandra Seoane
Desde que se supo que estos animales estaban sueltos por el recinto, la dirección alertó a las autoridades. Así, acudieron miembros de la Xunta para intentar capturar a los animales, así como la Policía Local en funciones de apoyo.
Pero su apetito resultó ser su perdición. Cuando entraron en el centro escolar, la noticia corrió entre los alumnos, que podían distinguir a los animales corretear de aquí para allí. Inmediatamente, se alertó a las autoridades y la Policía Local, que fue la primera en acudir, cerró la puerta, dejando a los animales dentro. Como la Escola es, de facto, propiedad de la Xunta, la Consellería de Medio Ambiente pudo actuar.
Como el recinto está vallado, los jabalíes no podían escapar. “Los vimos correr, pasaron muy cerca de nosotros”, comentó Sandra Seoane, que pudo emplear su teléfono móvil para grabar el trote porcino de la piara, igual que otro estudiante, Martín Castro. “Los profesores nos mandaron meternos en el aula, así que no pudimos ver como los capturaban”. Con los alumnos a salvo, los agentes medioambientales de la Xunta pudieron acorralar a los animales y atraparlos con lazos y redes. Luego los sedaron empleando tranquilizantes.
Ya sometidos, fueron trasladados al Centro de Fauna Salvaje de Oleiros donde, como ya se ha mencionado, se les aplicó la eutanasia. De esta manera, se ponía fin a una situación que se había prolongado durante meses. Poco después llegó el delegado de la Xunta, Gonzalo Trenor, que agradeció la labor tanto de los responsables de Medio Ambiente como de la Policía Local.
Además, aprovechó para enviar a algunos dardos al Gobierno local, señalando que “no es normal” que desde el 18 de agosto estuviésemos a vueltas con estos jabalíes en la ciudad y aludió a que “desde el primer momento se tendrían que haber tomado las medidas necesarias y correctas”. “Estuvimos asumiendo un riesgo muy alto estos dos meses”, afirmó el responsable.
Xunta y Ayuntamiento habían mantenido un desacuerdo sobre el procedimiento a seguir para capturar a los jabalíes. Solo la semana pasada ambas partes consiguieron firmar un convenio para instalar trampas en San Vicente de Elviña, donde tienen su madriguera, y donde siguen, de momento. Todo, para nada. “En menos de dos horas hemos acabado con un problema que duraba dos meses”, certificó Trenor.
Poco después, la alcaldesa, Inés Rey, señaló que “se puso en marcha o protocolo de actuación que tiñamos asinado. Entendemos que con estos tres exemplares remata xa todo, porque eran os que tiñamos localizados”.