El fin del verano siempre viene acompañado por una fecha marcada en el calendario de todos los estudiantes, la vuelta a las aulas. Para muchos, este año 3.500 que se estrenan en la Universidad de A Coruña, es el inicio de una nueva etapa, cargada de motivación y ambición, pero también de nervios, ilusión, inquietud e incertidumbre. Esta vez son solo doce las carreras que aún no completaron su cupo de alumnos para este año académico. 

Como es habitual, los primeros en llegar al Campus de Elviña fueron los estudiantes de primer año, en el que es el día de su presentación de cara a la búsqueda de su futuro mundo laboral. En sus rostros se podía apreciar ingenuidad, inocencia y nerviosismo, mucho nerviosismo. Así lo cuenta Yago, estudiante de Ciencias Empresariales de la generación de 2006: “Al llegar tuve muchos nervios, y eso que solo hubo dos clases, pero ya me llegaron”, aseguró. 

Hay que tener en cuenta que pasar de Bachillerato a estudiar una carrera suele ser un proceso de adaptación complicado para los jóvenes. Hasta ahora, finalizaron su etapa formativa, ahora, tendrán que lidiar con las exigencias universitarias de cara a buscarse un hueco en el mercado laboral.

Sin embargo, no todo es miedo y nerviosismo. Algunas alumnas confesaron que tenían “ganas e ilusión por esta nueva etapa”, y más si algún alumno veterano, entre risa y risa, expone que “son los mejores años de la vida”. Estos mismos alumnos veteranos aseguraban que este año vieron el Campus “raro”, y sienten que “parece un colegio”, bromeando entre ellos. Muchos de los 3.500 alumnos nuevos son de diferentes partes de Galicia, España e incluso de parte del extranjero, aunque  muchos  aún faltan por venir.

Los distintas facultades de este campus de Elviña se inundaron de alumnos en su primer día, a pesar de que este año se adelantó dos días el inicio del curso escolar con respecto al año pasado El año anterior, curso 2021-22, fue cuatro días más tarde, y el año en el que se volvió a las aulas después de la pandemia, el curso 2020-21, tuvo su inicio hasta doce días más tarde que este año, el día 21 de septiembre. 

Las conversaciones en los pasillos se llenaron de presentaciones, pero también de discusiones acerca de las diversas dificultades de algunas de las asignaturas, tras sus primeras horas.  Las apuestas sobre qué materia es más difícil se convirtió en el tema más recurrente entre el los de primer año. En los alumnos más avanzados ya se podía observar cierta soltura en los andares, así como risas y tranquilidad, al seguramente haber pasado el mal trago ya los años pasados.

Como es de costumbre, las cafeterías de las facultades también fueron punto de encuentro en una jornada llena de cosas que contarse, bien para conocer a nuevas personas, como para retomar conversación después de dos meses de verano.

Buses urbanos

Durante la mañana de la vuelta a las aulas los buses urbanos también fueron grandes protagonistas de la jornada.
La gran afluencia de los buses UDC durante la mañana permitió la llegada y retirada de los miles de alumnos que se pasaron por las distintas facultades de la Universidad de A Coruña. Prácticamente cada cinco minutos llegaba un nuevo bus con el objetivo de dar servicio a cada uno que lo necesitase, bien en el desplazamiento entre facultades, o por el gran recorrido que abarca a los distintos puntos de la ciudad herculina. 
Su recorrido empieza en la plaza de Pontevedra, recorriendo todo Juan Flórez, San Pedro de Mezonzo y Alfonso Molina, hasta llegar al campus de Elviña, en el que dispone de varias paradas, incluidas las tres del Campus de A Zapateira. Además, dispone de un horario flexible, comenzando a las 07.40 de la mañana y finalizando su ruta a las 22.20 de la noche, en días laborables. 

No obstante, el trayecto hasta las distintas facultades de la universidad también lo recorre la empresa Cal Pita, en rutas hacia la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, en Oleiros, y hacia Elviña y A Zapateira. A estos buses, hay que sumarles servicios privados de algunas de las múltiples residencias universitarias de la ciudad.

“Soy de Sevilla, llevo ya dos semanas aquí para poder buscar piso y aún no he encontrado nada para vivir”, se lamenta uno de los nuevos estudiantes de grado

Sin embargo, otro problema que atormentó, y en algunos casos sigue atormentando al nuevo alumnado, es la búsqueda de piso o residencia. Muchos optan por iniciar su andadura fuera de casa en algunas de las residencias universitarias coruñesas. No obstante, muchas de ellas, como es el caso de la Residencia Universitaria Siglo XXI, han colgado ya el cartel de todo completo. 

En el caso de los pisos de estudiantes, cada vez resulta más difícil acceder a ellos. Algunos de los alumnos explicaron que “no fue tarea fácil”, refiriéndose a la búsqueda de alquiler. En otros casos, aunque no en la mayoría, hay alumnos que aún no encontraron nada, bien sea residencia o piso de alquiler. Además, muchos de los pisos, son compartidos, muestra de ello es poder ver el habitual tablón de anuncios de cada facultad lleno de teléfonos de contacto en casos de gente que busca compartir gastos con algunos de los estudiantes de la universidad coruñesa.

Números en subida

Lo que es también destacado, es el incremento de estudiantes en la UDC año tras año. Según datos proporcionados por la Universidad de A Coruña, en el curso 2021-22, un total de 13.558 personas estuvieron matriculadas  en los distintos grados de los Campus de Ferrol y A Coruña.

Un año más tarde, fueron 13. 578, y el año pasado, 13.746. Este año, son ya más de 13.400 alumnos a la espera de la convocatoria de septiembre, aunque se espera que la cifra se incremente en los másters y doctorados. Esta subida se debe a la implementación de nuevas titulaciones durante estos últimos años, aunque este curso no haya estrenos, como es el caso del grado en Inteligencia Artifical o los másters de Tecnología Textil y Moda Sostenible, Biofabricación e Informática Industrial y Robótica. Ahora, es tiempo para la adaptación y la vuelta a la rutina, con lo bueno y lo malo de ello.