Muchas personas tienden a quitarle importancia a ciertos dolores, buscando causas que pueden estar muy alejadas de la realidad. Pensar que se ha sobrecargado la cadera realizando algún ejercicio o simplemente caer en la evitación puede condicionar el futuro. Así lo indica el traumatólogo del Chuac Guillermo Rieiro, que dirige junto a Iván Castro un curso sobre patologías pélvicas que este viernes reunió a casi un centenar de especialistas nacionales e internacionales en A Coruña.
Una de las patologías que se abordan es la displasia, ¿cuáles son sus factores de riesgo?
Normalmente la displasia de cadera es una patología que se produce ya en el vientre materno cuando vienen de nalgas, por la forma en la que están dentro del útero. Los pacientes que diagnosticamos adultos son gente con una displasia desapercibida.
¿Se puede tener y no notarlo?
Hay gente que no llega a notarlo nunca en la vida. Eso depende del grado que tengas. La cabeza de fémur tiene forma de esfera y eso está cubierto por la pelvis, que hace como una cúpula. La displasia es que esa cúpula no existe, es más plano. Entonces la cabeza queda un poquito por fuera y eso genera que, en lugar de repartir la carga de la articulación en una zona extensa, se haga solo en una muy estrechita. Y genera desgaste.
"Hay gente que no llega a notar nunca en la vida que tiene displasia"
¿Cuáles son los síntomas?
Normalmente dolor en la ingle. También pasa con el pinzamiento porque, en este caso, el fémur no es una parte esférica, sino que es más aplanada. Y esto genera que cuando flexionas la cadera, choque contra la cúpula. Eso va desgastando el cartílago. Si diagnosticas a tiempo una displasia o un pinzamiento y aún no ha producido desgaste en la articulación, probablemente evites una prótesis en el futuro. Pero el diagnóstico muchas veces no es fácil. Dolores en ingle hay muchos... El curso busca es reforzar este tipo de patología en los traumatólogos. Que volvamos a pensar en ella porque está presente.
¿Cuándo hay que consultar?
Cuando es persistente, que lo tienes, por ejemplo, si vas mucho tiempo sentado en el coche. El problema de esta patología es que muchos pacientes que llevan dos o tres años con dolor persistente no le dan importancia y, cuando llegan, ya es tarde. Normalmente cuando tienes un dolor franco, la articulación ya está pasada y ya estás abocado a una prótesis de cadera.
¿Qué hábitos pueden aumentar el riesgo de tener estas patologías?
Para el pinzamiento, la actividad deportiva como el fútbol, el hockey y cosas que impliquen una flexión de la cadera muy marcada. En la displasia ya no depende tanto de la actividad, sino de que tu cadera esté cubierta o no.
“Hay gente que no ha hecho ejercicio en su vida y llega a los 40 y se pone a correr un ‘Ironman’... El deporte, como todo, en su justa medida”
¿Deben tener cuidado las personas mayores en prácticas más demandantes para las articulaciones, como maratones?
Igual hay gente que no ha hecho deporte en su vida y llega a los 40 y se pone a correr un ‘Ironman’. Pues hombre… El deporte, como todo, en su justa medida. ¿Qué es daño para la articulación? Una maratón no es quizá lo ideal para una articulación de una persona mayor. Pero eso ya es más persona dependiente.
¿Por qué hay más fracturas de cadera en mujeres?
Es más frecuente por el tema de la osteoporosis que, a raíz de la menopausia, se produce una descalcificación ósea. Es otra patología completamente diferente, pero cada año tenemos más.
¿Cómo se previene?
Con una vida activa. Salió un estudio que dice que en mujeres premenopáusicas lo ideal es hacer ejercicio de fuerza, con pesas. Y después obviamente la exposición al sol, hábitos saludables…
¿Cómo es el futuro de la traumatología?
No nos va a faltar trabajo (ríe). Ahora vamos hacia a integrar las nuevas tecnologías, impresión 3D, realidad aumentaba, robótica... En el hospital ya se está haciendo robótica para prótesis o impresión 3D en casos complejos la hacemos para planificar las cirugías. Porque nos es más fácil la visualización, la planificación, de cómo hacerlo, cómo corregirlo.