Comienza la tala de olmos en San Carlos

El primero de los olmos afectados por la grafiosis ya ha sido retirado
Comienza la tala de olmos en San Carlos
Tala de olmos en San Carlos | Quintana

Ya ha comenzado la tala de olmos del jardín de San Carlos, en A Coruña, el último olmedal de Europa.

 

 

 

En cuanto el tiempo despejó, los obreros se pusieron manos a la obra para retirar los olmos muertos por la grafiosis del jardín de San Carlos. No quedará de ellos más que cenizas, porque su destino es la incineración, dado que su madera está contaminada por el hongo. 

 

Gru00faas en el jardu00edn de San Carlos
Grúas trabajando en los jardines de San Carlos

 

De momento,  se cortaron dos ejemplares, pero a lo largo de la semana se espera que las motosierras den buena cuenta de los trece especímenes que han sucumbido a la enfermedad, y que se deje todo listo para las obras de reforma que tendrá lugar en los próximos meses para que el jardín se pueda reabrir en la próxima primavera. Costará 200.000 euros, a lo que se suman otros 250.000 euros invertidos en una reforma reciente.


A medida que se talaban los árboles, una grúa estacionada en la calle inferior elevaba en vilo el tronco y lo depositaba en la calle, donde un equipo de operarios se dedicó a cortarlo en pedazos antes de cargarlo en un camión. Mientras tanto, en el jardín, otros operarios podaban las ramas muertas para que el árbol fuera más manejable. Es una tarea larga y que necesita cuidados, porque los árboles están en mal estados. A la una de la mañana, cuando legó el momento de la pausa para comer, solo se había talado uno. 
 

De los Ulmus hollandica históricos subsisten seis, aunque las perspectivas de que sobrevivan son poco halagüeñas. Todos los expertos opinan que es cuestión de tiempo que el escarabajo se cebe en ellos, aunque se tomen todas las medidas profilácticas posibles para tratar de evitarlo. Mientras tanto, tendrán que contemplar como  los operarios se llevan a los que han sido sus compañeros durante tantas décadas. No hay que olvidar que los árboles se encuentran conectados por las raíces, formando una verdadera comunidad, así que no cabe duda de que notarán la pérdida tanto como los coruñeses. 
 

Nuevos ejemplares 

Por supuesto, se plantarán nuevos árboles, tan grandes como sea posible. El Ayuntamiento ya los ha reservado en un vivero de Alemania, pero no cabe duda de que se trata del fin de una etapa. Cómo de larga, sin embargo, no está claro. Para la mayor parte e los coruñeses, los olmos han estado en San Carlos ‘toda la vida’ pero determinar cuánto es realmente resulta complicado incluso para los expertos. 
 

El Ayuntamiento asegura que se plantaron en los años 20 o 30 del siglo pasado. Expertos consultados por este periódico dan fechas oscilantes: unos hablan de inicios del siglo XX y otros incluso de los años 50. Si no son centenarios, se aproxima bastante. Los coruñeses no los añorarán menos por eso.  Hay que señalar que en 2022 ya fue necesario talar dos de los olmos afectados por la grafiosis, y tuvieron que ser sustituidos por una especie híbrida resistente. 
 

Desde entonces, los coruñeses han podido disfrutar poco del jardín, porque ha permanecido cerrado desde mayo del año pasado, cuando se descubrió que la plaga había avanzado de forma inexorable a pesar de las precauciones adoptadas por el Gobierno local, empleando fungicidas. 
 

Pero el PP es muy crítico y asegura que las reformas que se realizaron en el jardín en 2022 para devolver el lugar un aspecto más cercano al original (con una estructura radial con al tumba de sir John Moore en el centro) podría haber empeorado las cosas al remover la tierra e incluso hiriendo las raíces de los olmos, que corren por todo el subsuelo, conectados unos a los otros. Por estas heridas podría haber entrado el hongo, denuncia la oposición, que esgrime un informe de la Unesco que advierte de los peligros. 


El Ayuntamiento lo rebate y asegura que “se pusieron barreras para separar las raíces” durante las obras pero que sirvió de poco ante el avance de la plaga. “Se hizo con pocas esperanzas porque sabíamos que la infección venía por el insecto. El hecho de que después de haber puesto las barreras se infectaran tres ejemplares más así lo demuestra”, señalan las fuentes municipales. 

Comienza la tala de olmos en San Carlos

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