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lunes | 21 octubre | 2024
Eran 22 olmos. Tres ya murieron y fueron sustituidos en 2022, cuando la plaga de grafiosis empezó a afectar al jardín de San Carlos. Trece serán talados el lunes. Seis sobreviven por ahora, pero su futuro no es halagüeño. ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué ha pasado? El Ayuntamiento responde a esa pregunta y a otras dudas en torno a este caso.
Es evidente que no. “Desde los años 70 la grafiosis acabó de norte a sur con todas las olmedas de Europa”, apuntan desde el Gobierno local, que le recuerda al PP que el último caso sonado afecta a un gobierno de su color político, pues se trata del emblemático olmo del Real Jardín Botánico, de unos 225 años. Está siendo tratado por expertos del CSIC, pero las perspectivas son malas.
Por dos vías: la radicular o a través de un escarabajo que se llama Scolytus scolytus, que hace galerías en los olmos y transmite la grafiosis. Se sabe a simple vista cuándo se trata de una u otra: cuando es radicular, el árbol se seca desde abajo en poco tiempo; cuando la culpa es del insecto, empieza por alguna rama y el proceso va más despacio. Esto último es lo que ocurrió en San Carlos, según el Ayuntamiento. “Los árboles ya se estaban tratando con insecticidas específicos, pero no es posible garantizar al 100% su efectividad”, apuntan.
El Ayuntamiento realizó una reforma del jardín en 2022. El año anterior, un informe del Icomos, que depende de la Unesco, y un ingeniero alertaron de que esa obra podría causar daños en las raíces de los árboles al favorecer la entrada de hongos. Esta advertencia ha sido recordada estos días por el PP. Sin embargo, el Ayuntamiento remarca que la transmisión se produjo a través del escarabajo, pero que, aun así, “se pusieron barreras para separar las raíces”. “Se hizo con pocas esperanzas porque sabíamos que la infección venía por el insecto. El hecho de que después de haber puesto las barreras se infectaran tres ejemplares más así lo demuestra”.
El Ayuntamiento asegura que en los años 20 o 30 del siglo pasado. Expertos consultados por este periódico dan fechas oscilantes: unos hablan de inicios del siglo XX y otros incluso de los años 50. ¿Cuándo se sabrá la edad de los que acaban de morir? Cuando se talen.
Tres se plantaron en 2022. Ahora se colocarán otros trece que sustituirán a los que serán talados a partir del próximo lunes. ¿Resistirán? El Ayuntamiento sostiene que sí porque los ejemplares que plantó en 2022 y los que ha adquirido recientemente en Alemania han sido modificados genéticamente para ser resistentes al letal insecto.
La grafiosis “entró hace poco en la ciudad si lo comparamos con el resto de Europa” y eso es debido a la situación geográfica de la ciudad, “al estar situados en una esquina del continente”. Ese “hace poco” es, no obstante, relativo, puesto que hablamos de hace más de treinta años, “de finales de los 80 o principios de los 90” cuando se produjeron las primeras muertes de olmos por culpa de la grafiosis.
“Muchos cientos de olmos”, apuntan desde el Ayuntamiento. Solo entre Santa Margarita y Méndez Núñez, por citar otros dos espacios emblemáticos, “sumamos más de treinta olmos muertos por grafiosis en los últimos años”.
