Cómo curar las heridas que deja una pérdida o un abandono: "Los seres humanos no funcionamos con lógica"

Anabel González, psiquiatra del Chuac, lanza ‘Lo que no pasó’, un libro que profundiza en el impacto, muchas veces invisible, que dejan las ausencias, las pérdidas y el abandono
Cómo curar las heridas que deja una pérdida o un abandono: "Los seres humanos no funcionamos con lógica"
Anabel González, autora de ‘Lo que no pasó’

La historia narra los sucesos y hechos que marcaron épocas, los hitos más importantes o los conflictos que han moldeado el mundo de hoy. Lo mismo sucede cuando uno echa la vista atrás, a su vida. Acostumbrados a darle importancia a los momentos vividos, a veces se desconoce que “lo que faltó” puede marcar incluso más. Lo que no se dijo, las ausencias, las pérdidas o el abandono suelen dejar heridas profundas que moldean la personalidad de cada uno y, en ocasiones, dejan vacíos “en los que se siente mucho frío”. Esto es lo que explora la psiquiatra del Chuac Anabel González en su nuevo libro, ‘Lo que no pasó’, donde da herramientas para localizar esa pieza del puzle que falta.

 

¿Qué es ‘Lo que no pasó’? 
Son los huecos que nos han moldeado. Nos hemos adaptado a las cosas que sucedieron, pero también a estar sin aquellas que hubiésemos necesitado, sobre todo en momentos importantes o de personas importantes.  

¿Cree que no se habla suficiente de este tema? 
Creo que se ve más lo otro, pero yo creo que puede tener la misma importancia o, a veces, incluso más. Si estamos pasando por un momento muy duro y resulta que las personas que esperábamos que estuviesen ahí no están, nos va a hacer casi más daño eso que lo que estamos viviendo. Si esperamos que ocurra, es una decepción o, incluso, lo podemos vivir como una traición. Y si ya crecimos en esto y nos hemos tenido que acostumbrar a que las personas importantes no nos dieran valor, podemos sentir que no valemos. Muchas veces, una baja autoestima puede venir de las cosas que no estuvieron.

 

¿Hasta qué punto marca  lo que se vive (o no) en la  infancia? 
Ahí digamos nuestra mente coge forma y el cerebro aprende cómo es el mundo. Y a lo mejor esos aprendizajes que al principio pueden tener sentido, después nos juegan en contra. Por ejemplo, si en el colegio me machacaron mis compañeros, ¿cómo haces amigos después? Si a lo mejor no tuviste el apoyo de nadie, igual después te cuesta trabajo fiarte de cualquiera.

 

Si las huellas son invisibles, ¿cómo se identifican? 
Vemos las señales posteriores. Lo interesante es que yo entienda por qué funciono como funciono. Nunca es porque sí. Hay cosas que van en los genes, pero hay muchas otras que son experiencias que hemos interiorizado. Es tremendo pero pasa. El cerebro aprende de lo que vive.

 

Si estamos pasando por un momento muy duro y las personas que esperamos no están, nos va a hacer más daño eso

 

¿Por qué cuesta pedir ayuda? 
Porque para pedir ayuda tengo que haber tenido la experiencia de haber sido ayudado. Si me las he tenido que apañar solo o, a veces, he pedido ayuda y he salido escaldado, después no la pido.

 

¿Cuántas relaciones fracasan porque se espera que el otro llene los vacíos que no le corresponden? 
Es que incluso aunque el otro nos dé todo lo que nos faltó, si las sensaciones internas no se han abordado, es como si cayeran en un pozo sin fondo. Es decir, nada de lo que me den me parece que es exactamente lo que necesito o me lleva a llenar ese vacío. La otra persona no puede estar el 100% del tiempo pendiente de lo que necesitemos y muchas veces le pedimos que haga cosas que los primeros que no las hacemos somos nosotros mismos. Los cambios es importante que se hagan fuera, pero también tiene que haber cambio por dentro. Si no va por los lados, no acabará de funcionar. 


¿Hay que llenar el vacío o aprender a vivir con él? 
Llenarlo. Los vacíos no son lugares cómodos. Y es bueno que crezcan cosas. Y también es bueno que cuando haya personas que nos aporten, seamos capaces de dejarlos entrar.

 

¿Somos nuestro peor enemigo?
Muchas veces sí. Los seres humanos no funcionamos con lógica. Hay veces que, cuando las cosas van mal, somos nuestro peor enemigo y nos auto-abandonamos.

 

Después de este viaje, ¿diría que estamos más definidos por lo que vivimos o por lo que no ocurrió? 
Creo que son como la figura y el fondo. Tienen que estar los dos. 

Cómo curar las heridas que deja una pérdida o un abandono: "Los seres humanos no funcionamos con lógica"

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