La comunidad venezolana de A Coruña, que avanza hacia los 10.000 miembros, tuvo el mayor acto de fraternidad que se recuerda. Casi 2.000 personas se acercaron a la sala Pantalán, en la playa de Oza, para celebrar la festividad de La Chinita o Virgen de Chiquinquirá.
Se trata del momento en el que los venezolanos dan por iniciada la época navideña y en esa clave se celebró el Bazar La Chinita. Pensado para toda la familia, los más pequeños recibieron la visita de Santa Claus e incluso se pudieron fotografiar con él y sus ayudantes en el photocall. Además, los coruñeses que se acercaron a empaparse de la cultura venezolana también disfrutaron de arepas preparadas por un maestro arepero. El plato estrella de la Navidad, el pan de jamón, fue también objeto de deseo y reclamo y se despacharon decenas de kilos en pequeñas raciones.
Las gaitas, un villancico festivo y bailable, empezaron a elevar el tono a media tarde y la celebración de La Chinita se extendió hasta entrada la madrugada. En total, más de 12 horas de confraternidad y morriña a la inversa. La ilusión de cuatro organizadores y el apoyo de 14 empresarios venezolanos asentados en la ciudad lo hicieron posible.