El precio de la vivienda, las facturas del hogar, el ocio, la lista de la compra y el transporte son los valores que han llevado a la ciudad a convertirse en una de las más caras de España para vivir. A Coruña, según el informe elaborado por el portal dedicado al ahorro Kelisto, es la decimotercera capital de provincia con el coste de vida más elevado. 

De acuerdo con los datos que maneja la web, A Coruña es la undécima ciudad más cara para comprar un inmueble, con un precio un 20,7% superior a la media. Por el contrario, el valor del alquiler todavía se sitúa por debajo de la media española (un 5,1% menos). Pero la vivienda no es el único factor que influye para que la ciudad ocupe el puesto trece en el ranking nacional: la tercera entrada de cine más cara de entre las capitales españolas es la de A Coruña, un 16,8% por encima de la media, que es de 8,50 euros.

Otros ‘lujos’

Tomarse una cerveza es, a su vez, un 14,2% más caro, mientras que el litro de leche alcanza un porcentaje del 13,5% superior al de la media. Coger un taxi es también más caro, concretamente un 9,3%. Sin embargo, no todo es más costoso en la urbe. En el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), los coruñeses se ahorran un 35,6% más que el promedio, así como un 29,5% en la tasa de recogida de basuras. En lo relativo a las facturas, los ciudadanos de A Coruña destinan una media de 550 euros al año a pagar el recibo de la luz, siendo una de las urbes con el precio más elevado. 

El informe de Kelisto señala que el coste de la vida en Lugo es un 6,3% más bajo que la media nacional, lo que la convierte en la tercera capital de provincia española más barata para vivir, solo superada por Ciudad Real y Zamora. Además, en Pontevedra, Ourense y Lugo, el coste de la vida es menor que en la media española, pero la renta media es aún más baja. La diferencia implica que, aunque las ciudades sean baratas, sus habitantes pueden tener más problemas que los de otras ciudades a la hora de llegar a fin de mes. A nivel global, el coste de la vida en San Sebastián es un 13,9% más alto que la media nacional, lo que convierte a la ciudad en la capital más cara del país, seguida de Madrid (+12,5% sobre la media) y Barcelona (+10,5%). 

Además de las tres urbes más caras del país, otras tres de la mitad norte peninsular también forman parte del top 10 de ciudades con un coste de la vida más elevado: Bilbao (4,8% por encima de la media), Girona (+2,3%) y Vitoria-Gasteiz (+1,7%). A ellas se suman dos capitales del arco mediterráneo (Palma de Mallorca, +7,8%, y Valencia, +2,6%) y dos del sur con gran tirón turístico: Málaga (+5,1%) y Cádiz (+1,5%). 

Entre las ciudades más baratas figura la capital menos poblada del país, Teruel, que es la segunda más económica del ranking. Esta misma coincidencia –formar parte del top 10 de ciudades más baratas y del top 10 de ciudades menos pobladas– se da en otras capitales, como Cuenca (sexta más barata y quinta menos poblada), Ávila (quinta más barata y sexta menos poblada), Zamora (la más barata del país y séptima menos poblada), Ciudad Real (segunda más barata y octava menos poblada) y Palencia (cuarta más barata y novena menos poblada).

Las diferencias de precios entre unas capitales y otras son muy distintas en función del producto o servicio que se compare. Por ejemplo, la mayor brecha se registra en lo que respecta al IBI: entre la ciudad más cara para el pago de este impuesto (Soria) y la más barata (Pamplona) hay una distancia del 626,04%. 
En cambio, las diferencias menos significativas se dan en el precio de la factura de la luz (1,5% de diferencia entre las más caras y las más baratas) y de la cesta de la compra: en este caso, la capital con el importe más elevado (Las Palmas de Gran Canaria) solamente es un 16,4% más cara que la que tiene el coste más bajo del territorio nacional (Castellón de la Plana).