El Cristo de los Cuarenta Credos recorre la Ciudad Vieja ante una multitud de fieles

El Cristo de los Cuarenta Credos recorre la Ciudad Vieja ante una multitud de fieles
El Cristo de los Cuarenta Credos partió de la Orden Tercera JAVIER ALBORÉS

Después de pasar buena parte de  la jornada mirando al cielo para  ahuyentar las nubes que cubrieron la ciudad todo el lunes, y que dejaron lloviznas intermitentes, los cofrades de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro salieron ayer como estaba previsto a las calles de la Ciudad Vieja en la tercera salida nocturna de esta Semana Santa.


La procesión del Amor, el Perdón y la Misericordia sobrecogió a los numerosos coruñeses que se apostaron en las aceras para ver pasar la imagen del Cristo de los Cuarenta Credos, sin más acompañamiento sonoro que el roce de los zapatos de los cofrades contra el empedrado y el golpeo de los  báculos marcando el ritmo. 


La comitiva salió de la iglesia  de la Orden Tercera a las 20.30 horas y su primera parada fue junto a la plaza de Carlos I, donde los porteadores levantaron el paso del Cristo mientras los presentes rezaban a una sola voz. La comitiva pasó por puntos como San Francisco, la plaza de Santo Domingo, la Colegiata, la calle Veeduría, la calle de la Amargura, la plazuela de los Ángeles, la calle de las Damas, Azcárraga, la plaza de la Constitución, Santo Domingo y San Francisco, antes de regresar al templo de la Orden Tercera. 


Respetuoso silencio 
Un trayecto que acabó ya entrada la noche y fue sumando seguidores que acompañaron en respetuoso silencio –solo roto por las  oraciones de cada estación peni-  tente– el camino de los nazare-  nos y de una talla del siglo XVIII  muy apreciada por los fieles coruñeses, y llevada a hombros por los cofrades. 
 

La de ayer fue la segunda de las procesiones organizadas por la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro, que esta noche (21.00 horas) se encargará del recorrido que harán las imágenes de la Piedad y el Cristo de la Agonía. La Piedad es una talla en madera que data del siglo XIX y tiene origen alemán. La policromía es obra del maestro imaginero sevillano Guillermo Martínez Salazar y representa a la Virgen al pie de la Cruz, con el Hijo en los brazos tras el Descendimiento, en actitud de sereno dolor, mientras que el Cristo Procesional o Cristo de la Agonía es obra del escultor gallego Antón Ferreiro.
 

Las procesiones de Semana Santa comenzaron el pasado viernes con la salida de la Virgen de los Dolores desde el atrio de San Nicolás.

El Cristo de los Cuarenta Credos recorre la Ciudad Vieja ante una multitud de fieles

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