Jairo Zavala (1973), conocido artísticamente como Depedro, visitará este sábado el Palacio de la Ópera para presentar su disco ‘Un lugar perfecto’. Un álbum con el que explora conceptos como la “geografía humana” y con el que asegura, por la acogida positiva que ha recibido –en una gira que ya le ha llevado por múltiples países de Latinoamérica y que le trae de vuelta a Galicia, una región que conoce de sobra–, que “el lenguaje de la música es universal” y sirve como “vehículo para todo el mundo”.
Pronto hará ya un año del lanzamiento del disco. ¿Cómo ha sido la acogida?
No podría estar más contento, porque he empezado el año con llenos en todos los sitios. La conexión emocional con el público no se ha perdido. Que eso es raro, porque es un disco que ya tiene bastante tiempo y piensas que en algún momento se le acabará el tirón pero, de momento, no.
En alguna otra entrevista habla de una “geografía humana” que inspira las letras… ¿Qué es para usted un lugar perfecto? ¿Son las personas?
Evidentemente. Los lugares son los que son porque los habita la gente. Somos seres gregarios, y los lugares geográficos son también emocionales porque hay personas en ellos. Y porque, además, son sitios emocionales a los que intentamos llegar: todo lo que nos pasa tiene que ver con llegar a objetivos, aunque lo mejor es intentarlo, porque llegar, yo al menos, no quiero llegar ya. Y ese camino espiritual está lleno de tropiezos, de adversidades, de pausas… es una filosofía muy alejada de la inmediatez actual que se ha colado de algún modo en las canciones.
Hablando de lugares: para esta gira se ha desplazado a muchas ciudades, incluyendo muchas en Latinoamérica. ¿Cómo fue la experiencia?
Muy buena. Pasa una cosa muy curiosa, y es que la gente reacciona de la misma manera, da igual el sitio en el que estés. A mí eso me llama mucho la atención: reafirma que el lenguaje de la música es universal, es un vehículo para llegar a todo el mundo.
Parte de la gira le llevará ahora por Galicia, donde siempre recae. ¿Qué le atrae de esta zona para regresar tanto?
El cariño que recibo. Siempre que vuelvo a Galicia me sorprendo por eso. Creo que el pueblo gallego necesita ver y comer cultura y arte. No es que sea algo que pase conmigo o que suceda con alguien en concreto: es que es un sitio que demanda cultura. Así que siempre apetece volver en base al cariño y la conexión que siento con su gente.
¿Qué recuerdos guarda de A Coruña?
Muy buenos. Es una gran ciudad. Tengo la oportunidad de volver a un sitio como el Palacio de la Ópera. Además, me han dicho que va muy bien de entradas. No podría irme mejor con la gira.
¿Qué valoración hace de los más de quince años que lleva con este proyecto?
Se me han pasado tan rápidos como un parpadeo. Tengo un amigo que se llama Martín Brun, con el que también toco, que me dice que hay tanta energía aquí que esto aún comienza, que es como si se iniciara el proyecto todos los días. Es como si aún estuviera empezando: tengo muchísimo aún que aprender y que disfrutar, que es lo importante. Y que compartir.